Están caídos de una mata quienes de manera ilusa piensan que podrán calentar la oreja a unas fuerzas armadas formadas en revolución, y en cuerpo y alma ganadas para hacer la nueva historia republicana. Con motivo del 205° aniversario de la Declaración de la Independencia de Venezuela, el Ministro de Defensa y Comandante Estratégico Operacional, General Vladimir Padrino López fue muy preciso cuando afirma que nuestro estamento militar… "es más pujante, modernizada, bien equipada, acorde con las exigencias del mundo contemporáneo, con doctrina propia, bolivariana, revolucionaria, antiimperialista; y sobretodo, en perfecta unidad cívico-militar, lo cual confirma su inmenso amor patrio, y jurando a defenderla a costa de lo que sea necesario"… ¿Verdad que más claro no canta un gallo, y que al buen entendedor pocas palabras bastan?
De modo que la opinión pública internacional, debería entender que en Venezuela ya no existe la más remota posibilidad de involución; que existe un gobierno y unas fuerzas armadas dispuestas a combatir el paramilitarismo, la guerra económica y la grosera inherencia de potencias imperiales en nuestros asuntos internos. Y porque conocemos nuestras glorias republicanas, podemos advertirle a los traidores de la patria que tienen sus días contados, y que nadie ni nada podrá evitar que el juicio de la historia los catalogue de "ciudadanos" despreciables por todo el gentilicio venezolano.
Con la nueva doctrina militar que hoy se imparte en nuestra Universidad Militar Bolivariana, en hora buena ha surgido una clara conciencia profesional que va más allá de la disciplina castrense. Es por ello que nuestros oficiales y soldados ahora no están ajeno al conocimiento de todo cuanto acontece a su alrededor, ni tampoco son aquellos ciudadanos de segunda clase que durante el puntofijismo eran subestimados y castrados de ideas, prohibiéndoles además participar en el debate planteado en un mundo cada vez más complejo y exigente. Por ello, estando en sintonía con la realidad, nuestra FANB sabe perfectamente que el fenómeno de la globalización capitalista llego a su punto más crítico, y que al igual que en anteriores crisis cíclicas de la economía mundial, las potencias occidentales suelen confabularse con la intención de asaltar esas enormes riquezas que yacen en los países tercermundistas.
En dos platos y sin buscar a Dios por los rincones, diremos que este memorable 5 de julio las FANB hablaron claro y raspado, advirtiendo así a las corporaciones extranjeras y sus lacayos: que bueno es cilantro pero no tanto. O no es verdura el apio.
