Todos y cada uno de los revolucionarias y revolucionarios, debemos tener la frente en alto ya que quienes militan para esta revolución son hombres y mujeres, honestos de bien, este es el principio de nuestro proceso, pues aquel que dispone de los recursos del pueblo y los toma para su propio interés es claramente un ladrón, los caminos de la revolución son escabrosos más largos, pero seguros, pues su fuerza viene del vientre de la lucha de todo un pueblo durante más de 500 años, acompañados de los principios y valores de la llama ferviente que brota del amor puro, cansarse a estas alturas de la vida es traición pues le da la razón a nuestros verdugos históricos
Quien pudo creer que poner los recursos al servicio del pueblo era fácil, recordemos que le ha costado la vida a muchos históricamente desde Bolívar, Miranda, Antonio José de Sucre, Zamora, Emiliano Zapata, Camilo Torres, Che Guevara, Jaced Arafat, Gadafi, Gaitán, Martin Luther king, Allende, Chávez, entre otros. Allí está la historia recordándonos hoy más que nunca, debemos decir; que el sacrificio no fue en vano, puesto que estos hombres viven en la lucha diaria de los pueblos que se resisten a la dominación, que cosas diría el quijote acaso los venezolanos creemos que el problema es solo político, no nos hemos dado cuenta que las inmensas riquezas de nuestra patria, han sido el tesoro y el botín más deseado por la bota yanqui, o seguimos creyendo que el problema es solo ideológico, es obvio que no y solo unidos con decisiones profundas y la convicción plena como la luna llena diría el comandante Chávez, acompañado de la razón que nos embarga Venceremos
Pues nuestro pueblo ha sido y será hombres y mujeres que están frente en alto con la patria, y lo digo no de ahorita sino desde siempre, cinco países libertados por un hombre y su pueblo que se atrevieron a cambiar el mundo, en el siglo XXI dominado por la ignominia y la dominación del capital y sus imperios, juntos (pueblo unido, presidente y gobierno), con la continua lucha encontraremos de frente el sol naciente, a un proceso revolucionario irreversible aunque le intenten torcer el brazo, sigue siendo una llama que desde Venezuela encendió la nueva esperanza de un mundo mejor posible en el espacio y en el tiempo, la lucha sigue.
Abg. Levi Medina poeta consumado en revolución
