Confidenciales 7

I

¿Un carnet para qué?

La ultima locura del PSUV es la de "carnetizar" a los chavistas. ¡Carajo! ¿Quién es el genio que se le ocurrió esa idea? Debería estar no dentro un partido político, sino en la NASA, o en la Agencia Espacial Federal Rusa, para los próximos viajes a la luna, Marte o Júpiter… ¡Qué b...! Como si los chavistas no tuvieran oficio. Pero, quisiera preguntarle a ese genio, se en 17 años dizque de revolución, nos hizo el tener un carnet que nos acreditará como revolucionarios. Tener un carnet del PSUV no me hace ni menos ni más revolucionario que el que no lo tiene. Porque uno, que yo sepa, es revolucionario de corazón, no de carnet. ¿Saben qué? Ese genio me hizo recordar una vez, hace muchos años, que me acerque a un ministerio a buscar trabajo, y el jefe de recursos humanos me dijo: "Tú carnet, por favor". "Cómo dijo", le respondí yo. El hombre echó para atrás la butaca, tomó un cigarrillo y se lo llevó a la boca. Luego lo encendió con un encendedor de oro, con sus iniciales grabadas. Y me soltó: "Nada, pana, tranquilo. Es una broma". No saqué el carnet, porque no lo tenía. Y, juro, que nunca lo sacaré. Como es lógico pensar el fulano no me dio el trabajo.

II

¿Para qué emular a los adecos?

Yo creí que éramos diferentes a los adecos, por lo menos, en eso de llevar un carnet en el bolsillo. ¿Para qué? ¿Para fanfarronear o para obtener un trabajo? ¿O tal vez para tener acceso a una bolsa de alimentos, o a un microcrédito? ¿A un carrito Chery, o a una canaimita? En verdad, camaradas y no camaradas, no entiendo esa vaina. Y menos a estas alturas del juego. Dejaré de ser psuvista, pero no dejaré de ser revolucionario. Esos son principios que no se evalúan con un carnet. Ni con una lista, ni con un censo. Cuando el país lo requiera allí estaré rondilla en tierra, pero sin carnet. Siempre. Toda mi vida, he odiado esa práctica de llevar consigo una especie de "chapa" para enseñarla a quien le dé la gana de pedirla. ¡No y mil veces no! Si quieren saber cuántos chavistas somos, convóquenos a otras elecciones y allí estaremos votando, ganemos o perdamos, como sucedió en 6 de diciembre, y como se visualiza para las próximas elecciones de gobernadores. ¿De quién será la culpa? Ohhh, eso es elemental mi querido Watson: de la guerra económica y de la baja de los precios del petróleo. "¿Qué fuera de nosotros, los líderes del PSUV y del gobierno, sino existiera el imperio, la guerra económica y la baja de los precios del crudo negro?".

III

Exportación a juro

Algunos ministros han sido grandemente afectados por la crisis. O por la falta de dólares, o sea de divisas. En todo caso, unos y otros, se la pasan declarando que vamos rumbo al país potencia soñado por Hugo Chávez. Y es así como hablan de las exportaciones. Según ellos vamos a exportar oro, diamantes, y verduras. Ya hemos abastecidos los mercados internacionales de flores, made in Venezuela. Así como de granitos. Y hasta se habla que exportaremos helados Copelia para los países del Caribe. ¡Qué locura, hermano, qué locura! Donde yo vivo, en Puerto Ordaz, un día sí y otro también, no encontramos ni plátanos, ni ñame, ni ocumo, y hasta el casabe ha escaseado, y el mejorcito que encontramos está más allá de los 300 bolivaritos por torta. Por cierto, la torta la están poniendo los burócratas que afirman que ya somos un país potencia. Un país acostumbrado a vivir del petróleo, de pronto, por obra y gracia de estos funcionarios, nos convertimos en un país fuera de serie. ¡Qué b… tiene Bolaños! ¡Se cansa uno! ¡Volveré!

Puerto Ordaz, 17 de marzo de 2016.



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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