Otra mounstrosidad de la oposición

El Carmonazo, el paro petrolero y la guarimba se quedaron pálidos ante la pretensión de la oposición de pasar por encima del Estado de Derecho sin hacer justicia a los responsables de actos delictivos, de toda índole, cometidos contra la patria, el pueblo y víctimas inocentes. Lo que plantea la derecha en su adefesio anticonstitucional es, nada ni menos, un golpe de estado y una afrenta a la dignidad y a la moral de lo más puro de la V República en la humanidad de sus mártires quienes rindieron sus vidas en defensa de ideales socialistas o simplemente por el derecho a vivir en paz. La derecha desempolvó desvergonzadamente lo peor de su vocación y extirpe sanguinaria, corrupta y pervertida.

Estamos en presencia de un acto insólito que revela la total incomprensión de la realidad nacional por parte de la oposición cuyo circunstancial triunfo electoral el 6D les ha hecho creer que toda Venezuela está de rodillas ante la derecha vende patria, oligárquica y golpista. No se da cuenta la canalla que una de las causas del descontento por las cuales el gobierno perdió las elecciones parlamentarias fue por la impunidad que la sociedad reclama. Es lógico pues esperar en esta coyuntura el reencuentro de la esperanza, de la ética y de los sueños con la convicción firme, decidida y revolucionaria del chavismo a no permitir la tan cacareada Ley de Amnistía como lo ha expresado con sensibilidad bolivariana su líder Diosdado Cabello.

La oposición ha puesto a relucir su lado más obscuro, conceptualmente en las tinieblas tenebrosas de la maldad, que es su pasado represivo en la IV República cuando Ramos Allup era un pichón de la política gubernamental al servicio de la Escuela de las Américas, de la CIA y de las peores causas de la humanidad con las torturas, las desapariciones y las masacres. Esos eran los procedimientos de los gobiernos de la IV para reprimir la insurgencia de sus adversarios políticos. Ahora los responsables subversivos de la derecha, corruptos y criminales son sometidos a los tribunales de justicia con respeto absoluto de sus derechos humanos. Entre aquel pasado criminal de la IV y este inventario de delitos recogido en el mamotreto de la oposición presentado en la Asamblea Nacional hay una relación histórica de perversidad, de complicidad y de atropello a la dignidad del ser humano.

La trágica manifestación llevada por la Coordinadora Democrática hasta los francotiradores ubicados en el centro de Caracas para justificar con la sangre derramada, por gente inocente de ambos lados, el golpe de estado del 11A contra Chávez, dejó profundas enseñanzas al pueblo venezolano. La masa opositora aprendió a no creer ni confiar más en su dirigencia que la llevó aquel día engañada al matadero. A partir de aquél momento histórico siempre se han visto mermadas las grandes movilizaciones de la derecha y más de uno saltó la talanquera de allá para acá.

Ahora va a pasar lo mismo con la irracional Ley de Amnistía porque hay también en la oposición quienes son capaces de pensar, gente sensata, a diferencia de los disociados, obcecados y radicales antichavistas. Toda la oposición no va a volver a marchar junta hacia el mismo despeñadero en defensa de un objetivo indefendible. El peligro está ahora en el diálogo, la negociación y la conciliación. Nada peor para la credibilidad del gobierno, en esta crisis, si a escondidas se llega a un acuerdo con la oposición. No quiero ni pensar en un entente de perdóname tú y te perdono yo como solían hacer AD y Copei en la IV. La única lógica de esta loca Ley de Amnistía presentada por la oposición sería que la hubieran hecho como un instrumento de regateo para poner la justicia en subasta o simplemente para desestabilizar, calentar la calle, provocar disturbios y buscar un atajo extra constitucional.

En uno u otro caso la posición correcta es la de Diosdado de no dar ni un paso atrás. Hay que devolverle la confianza al chavismo escéptico por tantos errores cometidos, por tantos vicios y por tantas debilidades frente a la burguesía y el capitalismo. ¡Diosdado sostén esa bandera en tus manos con la fortaleza y la hidalguía de Simón Bolívar en la cima de Chimborazo!

 



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Sergio Briceño García

Profesor Universitario de Filosofía de la Educación Jubilado de la UPEL. Autor del Poemario "Porque me da la gana" y de la obra educativa "Utopía Pedagógica del Tercer Milenio". Ex Director Ejecutivo de la Casa de Nuestra América José Martí.

 sergiobricenog@yahoo.com

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