Ensayo

¿Qué es el precio de mercado?

Glosario preliminar

1.-Mercado 

2.- Mercancía

3.-Valores de una mercancía

3.1- Valores de uso

3.2- V. de cambio

4.-Costo de producción (estructura de costo).

5.- Precios de producción.

6.- Precios de mercado.

7.- Precios de venta.

1

El mercado es el escenario físico o virtual [2] al cual concurren vendedores y compradores de una o más mercancías, iguales o con diferentes valores de uso, a fin de conocer, respectivamente, cuál es el costo medio de producción o valor de cambio medio que una mercancía ha insumido social o macroeconómicamente en su elaboración, para unos tiempos y espacios determinados, los unos para fijar o marcar su correspondiente precio de venta (7) [3], y los otros, para adquirirlos al mejor precio.

Las mercancías, como valores de uso, por supuesto, salen de las fábricas cargadas de valor trabajo, pero sólo en el mercado se cuantifica su valor de cambio. Por ello y por consiguiente el precio de mercado (6) representa el metabolismo que sufre el valor trabajo cargado en cada empresa puesto que la mercancía sale de la esfera de la circulación y pasa al consumo productivo o familiar. Algunas mercancías resultarán vendidas según el costo medio de producción [4] porque este se iguala y realiza al precio de mercado; otras, no logran realizar 100% de su plusvalía, mientras otras alcanzan más plusvalía que la suya arrancada en fábrica.

La búsqueda de este valor de cambio medio en el precio de mercado es toda una antinomia: antes de vender, el empresario halla un precio de mercado que tan pronto lo hace suyo lo altera porque sencillamente el precio de mercado recoge todos los posibles precios particulares de los diferentes competidores o concurrentes al mercado con costes de producción diferentes al que pueda reinar en el mercado.

3.1

El valor de uso es la capacidad intrínseca, objetiva y tangible propia de un bien para satisfacer alguna necesidad, y que sus usuarios sólo lo hallan en el mercado. Los valores de uso suelen ser naturales y artificiales o sintetizables directa indirectamente por la mano de obra humana, razón por la cual se cargan de valor trabajo constitutivo de su valor de cambio que, como abstracción, sólo se concreta o cuantifica en el mercado [5]. Como su nombre lo indica, los valores de uso fabricados para el mercado se convierten en mercancías; de allí la definición del concepto 2. El valor de uso satisfaría al consumidor, independientemente de que este sea el propio productor o un tercero al que se le vendería por dinero.

3.2

El valor de cambio es un valor medio, macroeconómico o social y abstracto por concepto de la fuerza de trabajo que medianamente [6] es aplicada en muchas empresas afines en la fabricación de un valor de uso, o de una mercancía cuando este sea destinado a su venta en el mercado y antes de ser vendido; de allí su invisibilidad, su inaaprehensión [7], fuera del mercado. Este valor de cambio satisfaría al vendedor y sería un valor particular que recibe el valor de uso bajo las condiciones productivas de la empresa. No necesariamente, este valor coincidirá con el valor promedio del mercado que recoge la productividad media de todos los posibles competidores.

La medición del valor de cambio es la traducción comercial del coste de producción (4) sobre la base de la concepción marxista, según la cual la fuente del valor de cambio es la fuerza de trabajo. Esta medición del valor de cambio cobra importancia con la aparición del dinero, y sólo opera fuera de la fábrica; lo hace en el mercado donde ya rigen unos precios de mercado como resultado, lo hemos dicho, de la competencia escenificada en aquel por los diferentes fabricantes de una misma mercancía como valor de uso.

En el mercado, el valor o costo cargado en cada fábrica, con inclusión de la plusvalía impaga, según sus costos de producción por los diferentes conceptos productivos o costes constantes y variables: maquinarias, materias primas, mano de obra, por su parte, debe medirse según el valor medio que social o macroeconómicamente almacena por término medio cada valor de uso durante su fabricación, cuando esta corre a cargo de varias empresa con diferentes estructuras de costo. Se asimila al coste de producción [8], pero sólo se trata de un valor muy particular, de cada empresa. Este valor individual, este costo de producción, con inclusión de plusvalía, recibe primero una transformación en precio de producción (5) como resultado de la competencia que las empresas realizan entre sí mismas con ánimo de garantizarse una ganancia media, antes de vender según el precio de mercado, y luego rebajarle a este el precio de producción.

Efectivamente, las empresas van al mercado con un valor de cambio, tasado a precios de producción, para fijar sus precios de venta que tasarán a precios de mercado porque sólo así colocarán su producción con la seguridad de obtener ganancias medias ya ajustadas según las diferentes composiciones orgánicas de capital o el grado de desarrollo particular de cada fabricante. Este precio de mercado sirve, pues, de regulador de la productividad y ayuda al empresario en el conocimiento de su eficiencia como empresa. La empresa, así como puede comparar fuerzas productivas a precios de mercado, asimismo debe vender sobre esa misma base.

Este valor de cambio se metamorfosea en el mercado ya que mal podría una empresa vender por encima de él, mientras que de perogrullo sí puede hacerlo por encima de su coste de producción. Se trata, como venimos manejándolo, de valores particularísimos, de cada fabricante, o sea, es uno de las miríadas de valores individuales que puebla el mercado y los cuales, gracias a una suerte de competencia natural arrojan 3 tipos de precios: los precios medios, los superiores a estos y los inferiores. Aquellas empresas que operen con costes superiores al de mercado, al valor social tomado necesariamente de este, se ven obligadas a sacrificar parte de su plusvalía. Y, por el contrario, las más productivas, las que acusan costes de producción inferiores al dictado por el precio de mercado, obtienen ganancias extras que, por cierto, podrían utilizarlas para ganar clientelas con descuentos, desarrollarse como lo hacen las empresa que finalmente se agigantan, aunque después se conviertan en transnacionales con poder suficiente para financiar guerras y guerritas como lo hemos visto.

Corolario: lo usual es que el mercado funcione y se base en esos conceptos o categorías comerciales, pero en situaciones de anarquía por razones políticas como las que estamos confrontando, esas definiciones pierden sentido al ser violadas descaradamente, o sea, nuestra economía ha empezado a andar por un lado y la economía real por otro. El Estado, pues, debe restructurar la economía atacando en primer lugar los principales distribuidores que son los grandes perturbadores y violadores de la leyes económicas. Estos canales, por ejemplo, han estado financiado al detallista y les imponen chantajistamente precios especulativos, precios paramonopólicos que son violatorios de la Constitución, tema que desarrollaremos más adelante.


Notas:

[1] En los conceptos tratamos con datos promediales, resultado de tomar el costo total de compra de unas fuerzas productivas consumidas y de dividir entre el número de unidades fabricadas.

[2] Las bolsas de valores, la página web “dólartoday”, las informaciones vía mensajitos de texto celulares y otros tipos representan mercados al igual que la bodega de la esquina o el supermercado de nuestra parroquia.

[3] Los descuentos que un comerciante tenga a bien otorgarle a sus clientes con fines competitivos alteran el precio de mercado transitoriamente, es decir, lo reajustan. Estos descuentos suelen provenir de las mejoras productivas que constantemente van logrando las empresas como expresión del desarrollo de las fuerzas productivas. En esencia, los precios deberían bajar y bajar, pero los intereses capitalistas del puñado de empresarios más opulentos se encargan de invertir este natural proceso, de cara a maximizar ganancias y evitar así la tendenciosa merma en la tasa de ganancia que supondría la desaparición de este sistema.

[4] Como coste real entendemos el costo de producción en capital más la plusvalía creada por el trabajador sin recibir paga alguna.

[5] La abstracción del valor de cambio es de segundo grado y de allí su abstrusidad intelectiva. Cuando se lo mide, se hace abstracción del valor de uso que lo porta, y además se conoce que existe como fuerza de trabajo aplicada, pero, sólo en el mercado sabrá reconocerse y cuantificarse.

[6] Decimos medianamente porque los salarios no son iguales para todos los asalariados como tampoco lo son los costes de materias primas ni de las depreciaciones cargadas como costes de producción.

[7] Marx vio mucha semejanza entre el valor de cambio y la “amiga de Falstaff, la viuda Vivaz”, ya que esta no se dejaba acariciar por ese abusador, según la novela de W. Shakespeare, Las felices esposas de Windsor.

[8] Cada uno de los diferentes costos de producción también son determinados por los respectivos precios de mercado, independientemente de que se los compre más caros o más baratos, pero al precio del mercado. Si se compra por debajo o por encima de sus precios de producción, eso no viene al caso, ya que las pérdidas de plusvalía de unas empresas suele compensarse socialmente con ganancias extras por parte de otras que logran apropiarse de plusvalías ajenas o de otras competidoras. De allí la inevitable importancia de la libre compraventa, del libre mercado. Conste que no defendemos el libre mercado, simplemente señalamos la justificada importancia que cobra en régimen capitalista. Es un hecho irrebatible que en el sistema capitalista el mercado representa, no sólo dos fases por las que atraviesa la circulación del capital, sino que es allí donde queda cuantificado el valor de cambio de las mercancías. Algunas empresas operan con deficiencia productiva y otras con excesiva, respecto de la productividad media



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Manuel C. Martínez


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