Trincheras de Ideas

¿De nuevo la salida en su primer aniversario?

El próximo 12 de febrero se cumplirá un año de uno de los intentos subversivos más audaces y temerarios por parte de la derecha fascista, el imperialismo, el uribismo para dar al traste con la Revolución Bolivariana y el derrocamiento del Gobierno del Presidente Nicolás Maduro.

En efecto bajo el demencial liderazgo de Leopoldo López, María Malinche Machado, el vámpiro Ledezma, Lorent Salet Gómez, entre otros se proclamó el plan ‘La salida’, nombre que apenas ocultaba la magnitud de un intento insurreccional terrorista de la burguesía y la clase media en lo que incorrectamente se ha llamado ‘las guarimbas’, auto cerco militar en las urbanizaciones de la zona Este de Caracas, de Valencia, de San Cristóbal y Maracaibo fundamentalmente, pero donde la presencia de sectores chavistas y la existencia de instituciones del Estado, sobre todo en la gran Caracas, es evidente, hacia allí se concentró el brutal ataque que duró varios meses y en donde se pusieron en prácticas tácticas guerrilleras y la experimentación de un variado y letal armamento no convencional producido a granel, sea porque entró clandestinamente desde Colombia o se fabricaba –como fue evidente en algunos casos– en Caracas.

Varios hechos revelaban elementos de la estrategia del movimiento de los grupos terroristas. Un primer elemento es el carácter masivamente piromaníaco, comenzando con el intento de incendiar la Fiscalía General de la República y de la sede de la PTJ, la destrucción total del Parque Carabobo. La participación de elementos terroristas, mayoritariamente jóvenes con adiestramiento en tácticas militares irregulares y manejo diestro del armamento utilizado. A ello se le agrega la participación de grupos paramilitares venidos de Colombia con técnicas criminales como las guayas degolladoras de motorizados, de expertos francotiradores. El apresamiento de terroristas norteamericanos, japoneses, árabes, colombianos, entre otros, evidencia la internacionalización del plan golpista al que se le debe agregar las pretensiones anexionista del expresidente colombiano Álvaro Uribe de querer desgajar de la Patria los estados Táchira, Mérida, Trujillo y Zulia para anexarlos a Colombia.

Por su parte del gobierno utilizó tácticas militares novedosas para reducir al mínimo los heridos o los muertos de la parte insurrecta y respetando los derechos humanos. Eso hizo que se alargara por varios meses el plan que fue paulatinamente derrotado, sin embargo se produjeron 43 muertos, 850 heridos y mutilados la mayoría de la parte chavista, militares, fiscales policías y guardias nacionales. A ello se agrega más de diez mil árboles para incendiarlos o utilizarlos de barricadas, la destrucción de bienes públicos y privados, el incendio de sedes universitarias como la Unefa del Táchira, el incendio de la guardería infantil del Ministerio de Vivienda con 80 niños dentro.

Aquel fue un hecho monstruoso, de crímenes de lesa humanidad que no ha sido castigado, apenas un jefe, Leopoldo López, condenado no por los crímenes que provocaron su llamado a la violencia sino por la violencia misma. Miles siguen sueltos y al acecho.

Hoy la derecha avanzó políticamente utilizando las garantías electorales que da la Constitución Bolivariana que ellos derogaron tras un golpe de Estado en 2002. ¿Volveremos a las gurarimbas y el necrofílico plan lopecista de ‘la salida’? La táctica parece ser otra, utilizar la legalidad y fortaleza que da el controlar la Asamblea Nacional para desde allí intentar dar un golpe de Estado parlamentario, o un derrocamiento a tiempo completo, es decir, dentro de 6 meses presumen se caiga el Gobierno, pero ¿cómo?.



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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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