Dos Latinoaméricas

Lo que sucedió en Viena, cuando América Latina mostró dos caras, es un reflejo de los cambios que se están operando en América Latina y que, aparentemente, la mayoría de los gobiernos europeos no termina de ver. Quienes tengan en la UE la misma visión de Washington no los comprenderán, y seguramente los atribuirán a la nefasta influencia del chavismo y a efectos del subdesarrollo.

La crisis de la Comunidad Andina, que frustró el encuentro con los europeos, no es producto de la bravuconada o intemperancia del Jefe del Estado venezolano, como lo han querido hacer ver algunos sesudos analistas, nacionales y extranjeros. Que no hubiese sido consultado o examinado con sectores de la economía privada es una cuestión de procedimiento, pero allí no está el fondo del asunto. Se trata de dos concepciones distintas de la integración y de las relaciones económicas de nuestros países con EEUU. Concepciones que son inconciliables.

Esta crisis no se parece a otras anteriores del Pacto Andino ni de la CAN, productos de situaciones coyunturales y de divergencias en los intereses comerciales de cada país. Ésta es conceptual.

En el caso de Mercosur ha predominado un interés comercial por encima de cualquier otro aspecto; los países más pequeños han estado en desventaja frente a los grandes. Por esas razones, el diferendo por la construcción de papeleras en Uruguay, cerca de Argentina, ha creado una situación difícil que, precisamente por esa concepción comercialista, no le es posible resolverlo. El presidente Chávez ha planteado una relación integral, de cooperación en todas las áreas, y el relanzamiento del Mercosur.

Pero el problema tiene otros ingredientes.

La nacionalización de los hidrocarburos bolivianos se ha convertido en factor de divergencias, que no son necesariamente interestatales. De Argentina me llegó esta nota:
“El problema de fondo es que Petrobras no es una empresa brasileña. O, mejor dicho, dejó de serlo en los noventa, bajo el gobierno de Fernando Henrique Cardoso. Hoy el Estado brasileño controla apenas 37% de las acciones de la empresa, en tanto 49% está en manos estadounidenses y 11% en manos de testaferros de Brasil... El economista Carlos Lessa sostiene, con razón, que Petrobras “está más preocupada en atender a los especuladores de la Bolsa de Nueva York que de actuar como institución del Estado nacional brasileño” (Valor Económico, 10/5/06). Si esto es así, debería cambiar el panorama negociador y la imagen de Petrobras.

Pese a todo, en la reunión de Iguazú, los cuatro presidentes “expresaron su voluntad de trabajar para la profundización del Mercosur y la consolidación de la integración suramericana” y hacer “avanzar el proyecto del gasoducto del Sur”.

Julio Godio, director del Instituto del Mundo del Trabajo, en reciente ensayo sobre estos cambios, escribe:
“La vulnerabilidad de las economías nacionales, el abandono del Consenso de Washington, la agitación social e indigenista y el avance político de partidos nacionalistas ‘neodesarrollistas’ y de izquierda (en el gobierno) deberían llamar la atención a los países inversores y a las empresas extranjeras para ajustar sus discursos y estrategias al nuevo ‘contexto en movimiento’ que se vive en los principales países de América del Sur y Bolivia”. Dudo que en la UE lo estén haciendo.

Lo importante es que en América Latina se están produciendo reajustes en el mapa político, con gobiernos de las dos izquierdas que tienen coincidencias y divergencias, pero con la voluntad de sus líderes y la dinamizada fuerza de sus pueblos que los impulsa a salir adelante.


Úslar bolivariano

El nicaragüense Aldo Díaz Lacayo, quien fue embajador en Caracas, ha escrito uno de los libros más completos sobre “el congreso anfictiónico” (es el título) de Panamá, del cual se cumplen el 22 junio 180 años de su instalación. Es producto de una minuciosa investigación, con sorpresivos hallazgos, estudios comparativos y sus reflexiones.

Allí encontré una cita de Arturo Úslar Pietri sobre Bolívar, y como el martes se cumplen cien años de su nacimiento, se las transcribo en su homenaje:
“Bolívar no fue el campeón de una lucha del paso, sino el iniciador y el mayor representante de un combate que sigue abierto y que es hoy el de la mayoría de los pueblos de la tierra. Él es, no sólo por primacía histórica sino por elevación de su pensamiento, el primer capitán del Tercer Mundo, el precursor seguro de la creación de un nuevo orden internacional, el héroe que antes que nadie y en un lenguaje de validez inagotable planteó y definió la causa de los pueblos coloniales en insurgencia contra los poderes metropolitanos y contra las dominaciones políticas, económicas y culturales”.

Escrito en 1983 (Bolívar hoy, Monte Ávila) en ocasión del bicentenario del nacimiento de Bolívar, tiene hoy más vigencia que nunca. Ni una coma le sobra.



En el registro de la propiedad inmobiliaria de Miami aparece en 848 Brickell Key DR 404, Eudo Carruyo como propietario de una vivienda que costó un millón 700 mil dólares (multiplique por 2.200).

Es el mismo que, según fue publicado, chocó su Lamborghini de US$ 350.000 . Se supone hijo de Eudomario Carruyo, director de Finanzas de Pdvsa. ¿Cómo ganó tanto dinero? ¿No hay quién investigue?
Recordarán que la Directiva Nacional del Colegio de Periodistas fracasó en su convocatoria del Secretariado Nacional:
de 26 secretarios generales, asistieron seis.

Para no perder el viaje, en Barcelona convocaron a una Convención Nacional extraordinaria en plazo de 45 días, que se vencen hoy. Otro fracaso que revela la acefalía del CNP.

Venezuela no pudo ingresar al nuevo Consejo de los Derechos Humanos de la ONU. Lo hicieron países donde tales derechos se violan permanentemente y donde hay dictaduras, como Pakistán y Nigeria. Arias Cárdenas aclaró que no había sido una derrota, pues con 101 se superó el número de votos requerido: 91 . Aunque la Casa Blanca se regocijó por la exclusión de nuestro país, su vocero no se atrevió a cantar victoria porque para EEUU sí fue una derrota la elección de Cuba.

El historial del récord de los 100 metros, que el viernes rompió Justin Gatlin (9,76), comenzó en 1886 con 12 SEGUNDOS, debió esperar 74 años para que bajara a 10 s y desde entonces sólo lo reducen en centésimas. En Venezuela el primero en establecerlo fue Chiquitín Ettedgui, con 11,6 en 1936, y sólo fue mejorado casi 20 años después.

Horacio Estévez fue el primer criollo en correrlos en 10s .

edrangel@la-cadena.com





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Eleazar Díaz Rangel

Periodista egresado de la UCV. Ganador del Premio Nacional de Periodismo y menciones en diversas especialidades. Es Director del diario Últimas Noticias desde el año 2001. Profesor titular jubilado de la universidad central de Venezuela, cuya escuela de comunicación social dirigió (1983-86). Presidente de VTV 1994-1996. Presidente de la asociación venezolana de periodistas.

 edrangel@grupo-un.com

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