En síntesis

¿Qué hacer para neutralizar la conspiración?

Con semejante zaperoco inducido por EEUU y sus lacayos, resultaría necio pensar que con guantes de seda la revolución podrá devolvernos la casa en orden a todos los venezolanos. Han trascurrido casi disecaseis años, y todavía no habido un solo día en que salgamos de un brollo para entrar a otro peor que el anterior. Y como no hay nada oculto entre cielo y tierra, necesario es aceptar que la conspiración nos lleva a monte, a tal punto que ya sobran razones para que alguien se atreva a decir que somos masoquistas.

La experiencia dice que cuando la democracia no hace uso adecuado del principio de autoridad, siempre termina relajando las instituciones del Estado. Definitivamente hay que ponerle un parao al bochinche, y condenar el ejercicio mal entendido de las libertades, pues se hizo insoportable esta gallera pueblerina que nos tiene al borde de la demencia colectiva. A todas estas, habría que preguntarse si nos vendría como anillo al dedo la lectura del "cesarismo democrático", obra escrita por el sociólogo e historiador Laureano Vallenilla Lanz. Ideólogo del régimen gomecista e integrante de la segunda generación positivista, también Don Laureano supo dibujarnos otro de nuestros dramas en "Disgregación e Integración", afirmando que en esa época no habían razones para que el encuentro entre los venezolanos de las distintas provincias no estuviera presidido por la desconfianza y el lento entendimiento.

Vista todas las nefastas consecuencias del bipartidismo puntofijista (trazo de historia negra que hizo trisas el porvenir de Venezuela), ahora cabe preguntarse: ¿Sera que por falta de memoria, el gobierno termine tropezando con la misma piedra, pues estimulando la polarización y cerrándole las puertas a la izquierda emergente, también tiende puente al voto castigo? ¿O será que pasan por alto que el pescuezo no retoña?

Por suerte, está creciendo a pasos agigantados una nueva fuerza representativa del chavismo originario, sin postura dogmática y con clara visión dialéctica para interpretar la realidad cambiante. Y porque a su turno interpreto el materialismo histórico y empleo el método dialectico, Chávez no hizo de su doctrina un símbolo de fe, sino una guía para la acción revolucionaria; inspirándose en el pensamiento bolivariano y el socialismo científico. De manera que reconforta saber que en el próximo parlamento habrá una fuerza chavista renovada, pues se espera que el 6 de diciembre se repita otro aluvión como en 1998, trayendo consigo la resurrección del espíritu democrático, protagónico y participativo que hoy se debate entre la vida y la muerte.



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Freddy Elías Kamel Eljuri

Presidente del Instituto Municipal de Patrimonio Histórico de la Alcaldía Bolivariana del Municipio Miranda del estado Falcón. Vicepresidente de la academia de Historia del Estado Falcón. Escritor. Productor radial.

 kameleljuri@gmail.com

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