OPCION I: Profundizar el modelo democrático participativo y protagónico del socialismo bolivariano del siglo XXI

La novena acción que adoptaría de "las 10 medidas a tomar hoy para terminar con la escasez, la inflación, la especulación, la corrupción y el dólar paralelo" que me invita reflexionar Hernán Luis Torres Núñez en su respuesta (1) al mi artículo "el ajuste silente del paquetazo empresarial pone en riesgo la suprema felicidad social" (2) es profundizar la democracia del siglo XXI, el socialismo bolivariano y chavista. Renunciando a la idea imperialista del progreso capitalista frente a la revolución socialista para el cual tenemos que abrirnos paso, construyendo una democracia popular, vigilante de los procesos, de las políticas públicas, haciendo del gobierno una gestión eminentemente popular, de amplio espectro democrático, contralora de los procesos sociales, económicos y políticos.

Para acabar con la inflación, la especulación, la escasez y el empobrecimiento social necesitamos políticas de participación popular en la gestión pública, todos sabemos de los Programas Sociales creados por la revolución bolivariana, en particular las Misiones Socialistas, vemos como el pueblo participa en las políticas públicas en aras de su bienestar, sin embargo, Marta Harnecker considera que "la principal forma es la participación en la toma de decisiones y en el control de la ejecución y mantenimiento en el tiempo de las medidas adoptadas". (3).

Hay críticas a la revolución bolivariana, paso a comentar algunas de ellas, por ejemplo, Roger Sarmiento, dice: "Parece mentiras que a la Revolución Bolivariana organizada, liderada y conducida desde el año 1999 hasta el 5 de marzo del año 2013 por el fallecido comandante Hugo Chávez Frías se le está apagando los motores por falta de combustible. Lo único que escuchamos en los medios oficiales es pura retórica y nada de solucionar los problemas más graves que padecemos los venezolanos" (4). ¿Cuáles problemas? De acuerdo con Nicmer Evans, "Presidente, aunque quisiera creerle, la realidad hoy nos dice otra cosa. Todos los días suben los precios, todos los día se devalúa el bolívar oficialmente a través del Simadi, y le damos más razones a Dolar Today para existir, todos los días se incrementa la escasez, no producimos más, los pocos dólares que nos quedan se los seguimos dando a quienes lo malgastan o los roban, y todos los días se desmejora alguna política que se creó para beneficiar a las mayorías". (5).

De esto se trata; de frenar el impacto social que estos problemas está ocasionando a la revolución bolivariana, puesto que está en peligro las políticas de las Misiones Socialistas, entonces se requiere para defenderlas la participación popular en la toma de decisiones y en el control, seguimiento y mantenimiento de las mismas. Esto se logra con más participación en las decisiones públicas para ejercer el seguimiento, la contraloría de los procesos y de sus desviaciones. Como resolver estos problemas que plantea N. Evans: "Hoy Presidente Maduro, aunque comunicacionalmente el asunto de las firmas ha ocupado un espacio importante de la opinión pública, en las carnicería no hay carne ya ni siquiera a niveles especulativos, el café sólo se consigue servido en mesa, pero es imposible comprar para la casa, el salario no alcanza, y nadie nos habla de la economía del país (6). Asimismo aplica para el resto de los productos regulados, desodorantes, rollos de papel sanitarios, harina Pan, jabón de baño, etc., al parecer la guerra económica está en manos de los bachaqueros y el Poder popular está desmovilizado, cuando debería estar vigilante.

Cabe la pregunta, ¿dónde está el poder cívico-militar de la revolución, la unidad de las fuerzas armadas con el pueblo que detenga conjuntamente con los consejos comunales la fuerza de los bachaqueros, dónde está la vigilancia revolucionaria que le haga seguimiento a las compras para impedir el contrabando de extracción y la especulación, burlando al pueblo su gobierno que le hace la burguesía?. Estos fenómenos pueden llevar a la despolitización popular, a debilitar la fuerza del chavismo, la gente está cansada de acudir al mercado y no conseguir los productos de primera necesidad, condena el contrabando, sorprendida de la impotencia del gobierno y asqueada de la oposición y su violencia política.

Necesitamos activar el poder cívico-militar, movilizar las fuerzas populares, el gobierno debe apoyarse en la capacidad popular de los concejos comunales y las comunas para derrotar el acaparamiento, la escasez, la especulación y la inflación. Esto es radicalizar la revolución bolivariana, en esto consiste profundizar el modelo participativo y protagónico, hacer del pueblo un poder real y efectivo.

El gobierno de Nicolás Maduro debe movilizar al pueblo, a falta de políticas públicas, falta de decisiones económicas o políticas debe apoyarse en el pueblo, encontrar las soluciones en las organizaciones populares, solo el pueblo conoce mejor que la burocracia los problemas sociales y sus soluciones inmediatas. Además hay que dar poder a los trabajadores, elevar su capacidad política, no tener miedo a sus decisiones y ejecuciones, puesto que "El desastre de los modelos económicos aplicados en el país, son consecuencia del ejercicio de poder de la oligarquía, la burguesía y los desclasados, nunca de los trabajadores, que ni siquiera se les ha permitido ejercicio alguno de "control obrero" en empresas del Estado" (7).

Por eso "el golpe de timón", profundizar la democracia hacia la democracia socialista, hacia la participación efectiva del pueblo en los asuntos públicos, en la ejecución de políticas públicas, no olvidemos las advertencias de Marta Harnecker, diferenciando el populismo de la democracia popular (chavista), "Y como estamos hablando de populismo, y sé que se acusa al presidente Chávez de populista, yo quisiera decir aquí por qué considero que no lo es. No es fácil distinguir a un dirigente populista de un dirigente revolucionario. En su forma de aproximarse al pueblo, de hablarle, de escucharlo, las actitudes de ambos son muy similares. La diferencia radical está en que el dirigente populista usa al pueblo para sus objetivos personales, transformando al pueblo en un pueblo mendigo que se acostumbra a pedir y a esperar de ese líder la solución de sus problemas, y Chávez, un dirigente revolucionario, busca, por el contrario, que el pueblo crezca, se organice, y vaya prescindiendo cada vez más de su liderazgo y se vaya transformando en protagonista de la historia (8).

Cuidado en caer en las tentaciones del populismo, de no hablar con el pueblo sus problemas, no tomarlos en cuenta, convertirlos en simples clientes públicos, condenarlos a la pasividad, hacerlo mendigos de los programas sociales, de las misiones socialistas y no incorporarlo a su verdadera misión de liberarse a sí mismo a través del trabajo, la emancipación del trabajo productivo.

¿Dónde se puede materializar ese trabajo liberador? Se debe "crear para poder lograr la participación de la gente, crear los espacios apropiados para ello, en ese sentido, se han ideado diferentes propuestas de descentralización de la actividad del gobierno, pero aquí es necesario precisar primero, de qué tipo de descentralización se trata. Existe una concepción que propone desconcentrar administrativamente servicios que hasta entonces eran asumidos por el gobierno central o local, tales como el aseo urbano, acueductos y alcantarillados, transporte, salud, etcétera, lo que supone una paralela desconcentración presupuestaria, cosa que habitualmente no ocurre dada la crisis financiera que vive la mayor parte de nuestros estados. O propone desconcentrar una serie de trámites que suelen hacerse a nivel central como el pago de impuestos. En lugar de obligar al vecino a hacer sus gestiones en las oficinas municipales centrales, se procura que éste pueda hacerlas en una oficina más cercana al lugar donde habita. Pero si bien esto último facilita a la población el pago de los impuestos y otros trámites, y ayuda a disminuir la red burocrática, no cambia con ello la calidad del ciudadano. Este sigue siendo el del vecino que paga impuestos y que va a buscar el servicio, sólo que ahora desconcentradamente en su barrio. Existe otra concepción que plantea, no sólo una desconcentración administrativa y presupuestaria, sino también una descentralización política, es decir, darle al vecino la posibilidad de poder gobernar: otorgarle poder de iniciativa, poder de decisión y poder controlador de la gestión municipal en su espacio de participación" (9).

Si queremos preservar el socialismo debemos darle poder al pueblo, si queremos construir la democracia socialista debemos empoderar al pueblo y eso pasa por la idea de descentralizar progresivamente las actividades administrativas del gobierno, ir hacia un proceso de restructuración del Estado, de abajo hacia arriba, (Golpe de verdad de Timón, y no de peleas por puestos burocráticos, por posicionamiento político), pueden ser servicios públicos, desconcentrar los trámites del gobierno central, terminando en una verdadera descentralización política del poder, dándole poder de decisión y ejecución de obras y control de gestión.

Bien lo expresa Tabaré Vásquez, "Esta descentralización política -afirma Tabaré Vásquez, ex intendente de Montevideo- implica necesariamente una participación popular, porque de lo contrario no hay descentralización política. Las fuerzas de derecha sólo proponen desconcentrar administrativamente, pero los vecinos siguen en su calidad de contribuyentes y el gobierno sigue teniendo centralmente el poder. Nosotros proponemos desconcentrar administrativamente, pero además, que el vecino pase de ser un vecino contribuyente a ser un vecino gobernante. Esto es descentralización política y participación. Esta nueva calidad que asume el vecino de poder participar del acto de gobernar, gesta un vecino con un gran sentido comunitario, solidario, humano, participativo." (10).

La revolución bolivariana debe profundizar la restructuración del Estado, reconstruyéndolo de abajo hacia arriba, esto es descentralizándolo, desconcentrando sus funciones administrativas, para que las comunidades aprendan a gobernar, hacer uso del poder en un sentido comunitario, legislar mediante normativas internas, siendo solidario humano y participativo, el verdadero sentido de la política en democracia socialista, gobernar sirviendo al pueblo, al soberano.

Fuentes:

1.-Hernán Luis Torres Núñez, Respuesta al artículo "Los peligros del ajuste silente del paquetazo empresarial" Aporrea, 02/06/2015

2.-Alexander Kordan Acosta R. "El ajuste silente del paquetazo empresarial pone en riego la suprema felicidad social", 02-06-2015.

3.-Marta Harnecker Democracia y Participación Popular, Aporrea, 08/08/2003

4.-Róger Sarmiento Bolívar, ¿Se están apagando los motores de la Revolución?, Aporrea, 10/06/2015

5.-Nicmer Evans, ¿Cómo creerle, camarada Nicolás?, Aporrea, 15/04/2015

6.-Nicmer Evans, "...No lo cometamos más Nicolás", Aporrea, 02/04/2015

7.- Nicmer Evans, Maduro: ¡No es despolitización, es despolarización, y tú lo sabes!, Aporrea, 07/06/2015

8.-Marta Harnecker, ídem.

9.-Idem.

10.-Idem.



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Alexander Kórdan Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

 kordankovki@gmail.com

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