Los locales comerciales (tiendas varias) de hoy, como fueron diseñados para la 4ta. República, resultan inadecuados para la demanda actual

Venimos alertando a la Superintendencia de Precios Justos acerca de la necesidad que tiene ella, en concordancia con las Alcaldías,  de exigirle a los bodegueros, supermercados y detallistas menores y medianos  que vayan adecuando sus dimensiones físicas para almacenamiento y exhibidores de inventarios a la demanda de hoy que es notoriamente muy superior a la de la extinta 4ta. República.

 

Como sabemos, la demanda del siglo pasado se caracterizó por dejar afuera más de 4 millones de venezolanos que no comían, y otros 100Ms no usaban muchos artículos de limpieza, casi no visitaban los supermercados porque la bodeguita de la esquina, con el escaso inventario de sus tenduchas por la ventana, cubría con exceso a esos “semisolventes”, cosas así.

 

Es que ni las bodegas  ni los locales comerciales, que siguen igualitos, en los centros de las principales ciudades del país tampoco  se adecuaron a la demanda de entonces. Estos locales, hasta para esa pequeña demanda de otrora, resultaban ya insuficientes. Por  ejemplo, el frente de esos negocios de unos 5 m, o unos 10m si disponen de 2 locales contiguos. En la puerta de esos estrechos locales los dueños o encargados de tales tenduchas estacionan su(s) vehículos todo el día, y  su clientela tiene que arreglárselas como pueda buscando estacionamiento privado con todo el riesgo que ello supone. Son  comerciantes incivilizados que jamás han apreciado ni respetado a su clientela, son quienes ni siquiera pudieron machucar el idioma del anfitrión.  

 

Uno de los factores que coadyuva  con alto peso al vaciado veloz de los inventarios es precisamente que estos comerciantes están limitados en materia de depósitos: no pueden comprar los excedentes de demanda de ahora  porque no tienen donde exhibirla ni almacenarla.

 

Un ejemplo de esa estrechez espacial es que desde hace varios años y lustros el cliente no  dispone de un mostrador donde tomarse su cafecito, donde ir colocando sus compras, cosas así.

 

De manera que al acaparamiento inducido con fines político, además de la ralentización productiva en fábricas que también fueron montadas en función de la estrecha demanda de la 4ta. R., tenemos, pues, la incapacidad física del detallista.

10/01/2015 08:32:50 p.m.



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Manuel C. Martínez


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