Giordani y Navarro. ¿Crisis de Identidad del Proceso?

Confieso que uno a veces se le encierra el entendimiento. En estos días, me negaba a entender o no lograr poder descifrar el artículo que publico Jesús Farías con el título ¿Estamos en una Crisis? Jesús Farías se nos vino con un “argumento” que suena más o menos así; como la oposición viene hablando y manteniendo una matriz sobre una crisis; no vale hablar de crisis aunque estamos con algunos problemitas.

Lo que pude entender de este artículo de Jesús Farías fue a Teodoro. Nada más parecido a la frase de Teodoro Petkoff de “estamos mal pero vamos bien”

El problema no es que estemos bajo un mal momento o que tengamos algunos problemitas como el de la inflación. Este ya es un problemón de envergadura. La situación sin embargo es más compleja y esos problemas que Jesús Farías se refirió así tan ligeramente, tienen detrás de ellos, una gran crisis de identidad y sin ser psiquiatra ni psicólogo clínico, es de sentido común saber o conocer de las consecuencias de una crisis de ese tipo, si el mal no es atendido oportuna y bajo las condiciones que reclama. Cada vez se ve más claro, que independientemente de los discursos muy ruidosos sobre el socialismo y sobre la nueva democracia protagónica; el asunto va por otro rumbo. Calificar toda crítica como acto desleal contra Chávez, es una muy mala señal.

Conocimos del manejo de los dólares, luego de las empresas de maletín, después los dólares que se ofrecieron para una cosa a los empresarios la usaron para otra. Todo esto eran decisiones del gobierno que fueron descuadrando el perfil del proyecto y como suele suceder con cualquier organismo vivo, una parte de ese organismo reaccionó tarde tal y como reacciona el organismo frente a un padecimiento o enfermedad. Se acumulan situaciones y luego el organismo se manifiesta siempre tarde: Estoy mal.

El proceso viene y está abusando en todo. Una cosa dice el librito de la dieta y otra, es la ingesta real y la falta de movimiento, aunque el gobierno de calle quiera decir otro cosa. El gobierno de calle simplemente quiere corregir la enfermedad repartiendo real. Ese no es el asunto. No estamos enfermos porque tenemos el colchon ful de billete.

Giordani no fue la primera manifestación de esta enfermedad que hoy sacude al proceso. Chávez en su campaña ya lo había advertido. Nos habló y se aferró a “Eficiencia o nada”. El Testimonio tarde de Giordani recoge exactamente eso y la respuesta que hemos oído es exactamente la respuesta de un organismo que se ha vuelto dependiente –adicto- al capitalismo y no desea curarse. ¡Desleal!, es la respuesta contraria a lo que hemos debido oír. Si hacemos memoria, Chávez dijo y nos pidió cosas muy claras: La nueva ética y los principios por sobre las personas. Todo esto nos coloca en deuda con los principios y lo de traición y desleal, es una repuesta desproporcionada e injustificada.

Habló Héctor Navarro y se solidarizó con Giordani y la respuesta fue sancionarlo. El organismo o sujeto –PARTIDO- con una crisis de identidad, naturalmente raciona así. Cabe plantearse, si Jorge Rodríguez como psiquiatra, pero miembro de este organismo que vive una crisis de identidad, puede darnos recomendaciones para superarla, de una manera que esté menos bajo parámetros de la esquizofrenia.




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Claudio Dominguez


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