Comparto las críticas de Héctor Navarro. Hablo por su boca

            Para evitar malos entendidos he optado por empezar este trabajo con las acepciones que el Drae contiene sobre el verbo criticar. La primera de ellas dice que juzgar las cosas fundándose en las reglas del arte. Eso implica como mínima exigencia objetividad y sindéresis. La otra es censurar, vituperar las acciones o conducta de alguien.

           Sobre el verbo censurar el Drae también contiene dos acepciones diferentes, como en el caso anterior. La primera es formar juicio de una obra u otra cosa y murmurar, vituperar.

           De donde uno concluye la muy vieja y generalizada idea que hay crítica constructiva, positiva, que puede avalar lo que se hace o solicitar enmienda, en cuyo caso no se incurre en falta ni traición alguna. Por el contrario, si lo hace quien no advierte a su propia gente viéndoles en peligro.

          Como hay una crítica que puede ser mal intencionada, con ánimo destructivo y desconocedora del valor de una cosa o acto por envidia o el solo deseo de dañar.

           De manera que si alguien le parece que uno hace algo mal y sugiere que se corrija no incurre necesariamente en blasfemia ni traición. Si es sospechoso alguien quien siempre coincide con uno en todo porque es una conducta extraña y para decirlo con una prosopopeya, antidialéctica.

          Hecha esta advertencia, parta evitar equívocos, reincido en calificar como críticas las expresiones de Héctor Navarro aparecidas en el diario Ultimas Noticias, en el día de hoy 10 de junio en la página 14. Las cuales hago mías, con el perdón del compatriota.

          Es más, para evitar herir alguna susceptibilidad con mis palabras, he optado por construir este artículo, en gran medida, con las del exministro Navarro. Es el quien habla, yo sólo serviré, más de las veces, de intermediario entre él, aporrea y el público lector.

          Dijo Navarro, el país está pasando un duro momento político y lo fundamental es ir a la consulta de las bases para buscar las soluciones.

          Estamos enfrentando momentos políticos complicados; nuestro enemigo, que es la derecha internacional, no ha cesado en su intento de acabar con la revolución.

          Perfectamente de acuerdo. De eso no hay duda. Sólo diría para hacer más precisiones, que los jerarcas políticos del imperialismo creen llegado el momento de poner toda la carne al asador o tirarnos con todo.

         Por supuesto, es válida la advertencia de Héctor Navarro, según la cual, el congreso del Psuv debe aportar soluciones a la coyuntura que atraviesa el país convocando a sus bases y escuchando al pueblo. Como también me parece muy acertado cuando sentencia: Las acciones del gobierno y el partido deben estar coordinadas. Tienen un mismo objetivo, la revolución. Agregaría, sin pedir peras al olmo ni salirme del carril, que ambos tienen la misma brújula, El plan de la patria.

          Pero uno no puede pasar por alto que el gobierno maneja al Estado, un estado burgués, hasta ahora sujeto a las fuerzas y presiones del capitalismo y los capitalistas; de modo que para mantener el ritma adecuado, no adelantándose pero tampoco atrasándose, el Partido que está cerca y en el pueblo, debe mantener la conducción tal como el compañero Hugo Chávez, dijo en importantes coyunturas. Cada quien en lo suyo, los gobernantes gobernando y el partido dentro del pueblo, recogiendo sus opiniones, sentimientos, voluntad y con todo eso dirigiendo.

         Por estas cosas el exministro Navarro fue asertivo cuando recomendó la importancia que el Psuv atienda los aportes y estudio de los frentes populares ya que  ellos tienen más claro cuáles son sus necesidades. Fue esa una manera muy elegante y sutil de decir lo mismo. Para que no quedara dudas agregó, las bases comprenden mucho más el sentido de lo colectivo, porque ellas se ven obligadas a construir su propia realidad.

        Al momento de repensar el partido el compatriota Héctor Navarro, se interrogó de manera muy interesante: ¿Cómo funcionar adecuadamente?. Entiendo que esta pregunta supone que no funciona como debería ser. Por eso demanda que el Congreso se interrogue sobre ese asunto.

        Luego se pregunta o pide al partido se pregunte ¿Cómo facilitar la conducción de la revolución? ¿Cómo tener mecanismos apropiados entre el gobierno y el partido?. Luego de hacer esas preguntas que encierran una saludable crítica concluye que Entonces hay que discutir los estatutos fundacionales del Partido.

        Pero todavía se atrevió  a recomendar que el Psuv deber un partido vinculado a la gente, vinculado a las masas, vinculado a los consejos comunales; no lo dijo pero pudo estar pensando en la inconveniencia que se mantenga como un aparato electoral al margen de las masas y los consejos comunales.

       También advirtió muy sensatamente que su relación con estos últimos no es para controlarlos sino para conducir al pueblo a sus victorias, a la conquista de la felicidad.

       ¿Cómo? Se pregunta uno con la intención de desarrollar lo que dijo Navarro. Pues estar con ellos, al lado de ellos, aprendiendo y enseñando, empujando y tomando todo lo que allí se produce, con la fuerza creadora que tiene el pueblo y su capacidad de avanzar para orientar la acción de gobierno.

       También comparto la expresión final de compatriota, según la cual La democracia es parte esencial del partido; de todo aquél que pretenda ser revolucionario agregamos nosotros.

       Y finalizó nuestro camarada con esta reflexión que asumimos y rogamos que se imponga: La democracia Es parte esencial del pueblo chavista Y eso hay que discutirlo y que salga lo que tiene que salir. 



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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