La defensa revolucionaria de la V república

Nicolás Maduro, el gobierno y el PSUV, sin abandonar el vértice de su táctica política por la paz, tienen que dejar muy claramente establecido a los violentos que llegado el momento, si es necesario, van a defender a esta revolución con todos los hierros cueste lo que cueste. Que no se equivoquen. A uno le parece oír a Chávez, con el tronar de su voz, diciendo eso.

La defensa de La Republica Española por los comunistas y los anarquistas es uno de los capítulos más hermosos, solidarios y revolucionarios de la historia universal. La justeza de esa posición estuvo coronada por el amor de los pueblos del mundo que enviaron a sus mejores hombres a combatir en las heroicas Brigadas Internacionales, el PCV estuvo dignamente representado por Víctor García Maldonado en ese frente de combate.

Fue un combate desigual porque la República Española tuvo que combatir solitaria contra la ultraderecha española apoyada por el poderío militar de Hitler ante el cual sucumbió huérfana del respaldo de EEUU, Inglaterra y Francia acogidas a la política cómplice de la no intervención. La República Española no era socialista ni anticapitalista pero sí progresista, laica, democrática, de izquierda y antimonárquica. La brutal embestida del fascismo contra la República Española condujo a la guerra civil y desembocó en la brutal dictadura fascista de Francisco Franco.

Muchos de los revolucionarios que defendemos a la República Bolivariana de Venezuela lo hacemos conscientes de su carácter democrático burgués dependiente de las relaciones capitalistas de producción pero asumimos su defensa porque estamos con ello cerrándole las puertas al fascismo y defendiendo al gobierno más democrático de nuestra historia política. Las condiciones de la República Bolivariana de Venezuela son muy diferentes a las de la República Española pero hay un enemigo común que es el furioso anticomunismo llámese fascismo o terrorismo antes representado por los nazi y la Quinta Columna, ahora por el imperialismo norteamericano y sus lacayos.

La defensa del gobierno encabezado por Nicolás Maduro trasciende a los revolucionarios pues también le conviene a sectores de la burguesía comprometidos con la defensa de sus intereses sin descartar algunos socios puntuales de las transnacionales en las empresas mixtas de la industria petrolera, incluso al Nuncio Papal con su prédica por la paz y a otros sectores políticos de la oposición. Del otro lado está la MUD arrastrada por las masas oposicionistas seducidas por la “salida” inconstitucional impulsada por López y la Machado, el Departamento de Estado, Uribe, los paramilitares y los medios golpistas de comunicación impresos.

Las cosas han llegado al punto de no valer para nada las ideas ni los líderes para una cantidad importante de los antichavistas drogados por el veneno del odio y la mitomanía. Esos llegaron al punto de no retorno condicionados por reflejos instalados en la médula que no obedecen a la racionalidad cerebral. Eso hay que tomarlo en cuenta.

Para defender a Nicolás Maduro no hay que buscarle las cinco patas al gato a menos que nos guste ver llegar a Miraflores a un gobierno que nos retrotraiga a la barbarie. Esa determinación no es óbice para asumir la posición del avestruz. Todo lo contrario es la hora de la discusión y el debate entre los revolucionarios conscientes de lo que está en juego.

*Profesor de Filosofía jubilado de la UPEL


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Sergio Briceño García

Profesor Universitario de Filosofía de la Educación Jubilado de la UPEL. Autor del Poemario "Porque me da la gana" y de la obra educativa "Utopía Pedagógica del Tercer Milenio". Ex Director Ejecutivo de la Casa de Nuestra América José Martí.

 sergiobricenog@yahoo.com

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