Tiempos de política para los encabritados de la calle

Asombrado en los tiempos en la convulsionada Venezuela de hoy, llamando a ser tiempo de palabra y tiempo de política, pero no, la oposición democrática hace llamados a la guerra, niegan la Paz, la catalogan de acrobacia política, fraude de la fé pública, maniobras para prolongar el mandato. La metástasis política de la oposición se fermenta con la violencia de calle, con las barricadas no pacificas, con saldo de asesinatos, torturados, enjuiciados, perseguidos y encarcelados, todo ello con el concurso de las bestias fascistas de la MUD. Un crespúsculo político de la oposición se asoma en el horizonte, una clase media sin apoyo popular, apoyada en el descontento social inducido por la burguesía amarilla, decadente y cadivista. No es una explosión circunstancial, la que provoca la oposición, pretenden salvar el capitalismo amputado, la democracia liberal, el manejo demencial de la economía neoliberal, alcanzando reacción ante la Ley Orgánica de Precios Justos, pero que ha alcanzado su clímax en la Guarimba, en esta hora melancólica y decadente de la política opositora, aliada del crimen social, de los precios de vértigos, de la discriminación laboral, y que se expresa encabritada en la calle, por el la disciplina del hambre a la que la somete el capitalismo como formula política.

La formula de la sociedad civil, de la oposición, de los ciudadanos de elite, alejados del pueblo, es la barricada, el foquismo, no es la Política, no es el dialogo, no es el camino a la Paz, pretendiendo una Revuelta Civil desde el 12 de febrero, a su antojo la comparan con el Caracazo, “la ruina de alacena vacía y el crimen cotidiano, olvidándose que cuando el Caracazo el pueblo no tenía capacidad de compra, hoy tienen dinero pero la burguesía le acapara, le contrabandea, sabotea el acceso a los bienes de primera necesidad, así que los guarimberos, se esparcen en las calles, desparramando sus vísceras políticas de un odio que destila putrefacción, producto de la educación de clase del capitalismo. ¿Podrá su odio de clase conquistar al pueblo, a los sectores populares, es decir al pueblo y canalizar el descontento? lo dudo, después de la guarimba violenta reciénte de calle.

Ahora tratan de rectificar, indicando que “los errores de lucha de calle ha habido excesos (de los demócratas) en algunos espacios de la protesta que, en muchos casos tienden a ser corregidos en la medida en que se ha tomado conciencia que la no violencia es efectiva y no está despojada de combatividad, claridad de objetivos, firmeza, y disposición a mantener la unidad y ganar a los temerosos”. O sea, a confesión de parte, relevo de pruebas, de los atropellos, de los desmanes, de los daños materiales, de los crímenes inducidos de los fascistas disfrazado de demócratas, abriendo fuego contra la GNB, como lo prueban más de 40 funcionarios heridos, esparciendo terror y miedo emulando los sucesos de abril del 2002, criticando el golpismo pero intentando de dar un Carmonazo, a las instituciones, al Ministerio Público, más allá del cambio de gobierno, de Maduro, un Golpe a la Constitución con la salida en la calle, disparándole a la democracia ya los derechos humanos y de todos los ciudadanos y ciudadanas a todos los electores que eligieron a Maduro como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

 

Kordankovki@gmail.com

 



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Alexander Acosta

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

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