Constituyente Judicial Ya

                Aunque en estos días pareciera que la delincuencia toda se hubiera volcado sobre una sola persona, de quien lamentamos su fallecimiento, resulta oportuno volver sobre el grave flagelo de la inseguridad.

                Son muchas las facetas que muestra este problema tan antiguo como la humanidad y tan global como la atmósfera. Claro que ni por antiguo ni por global tenemos que aceptarlo; pero antes que llorarlo y rasgar las vestiduras, acusando a cualquiera que tengamos atrapado en nuestros odios, deberíamos intentar dilucidar por qué esta humanidad a la que pertenecemos, actúa de esta manera que repudiamos. ¿Tal vez la humanidad no es homogénea? ¿No somos “nosotros” quienes actuamos así?  ¿Son “otros” los que delinquen? ¿Somos “nosotros” solamente víctimas? ¿Única y exclusivamente víctimas?

                Probablemente “la Inseguridad” es uno de los temas que más ha discutido el ser humano sobre la tierra; y me atrevo a asegurarlo basado en una clarísima estadística sobre “temas de cine” (compendio “dramatizado” de la idiosincrasia del ser humano). Tome usted la referencia que quiera para evaluar los temas preferidos por la industria mundial del “espectáculo” (Divertimiento) y encontrará que salvo algunos pocos signados por el amor y otras nimiedades, todas tratan sobre crimen, robo, trampa, policías, ejércitos invasores, superhéroes que combate el crimen, supergenios contra la humanidad, sicópatas… y salvo algunas personas de muy estricta tesitura, considerados “raros” por el común, TODOS nos preparamos las cotufas (o las compramos tras una cola interminable, sin protesto) y nos calamos, habiendo pagado para ello, TREMENDO LAVADO DE CEREBRO CON ADAPTACIÓN PARA LA VIOLENCIA!!! Si eso no significa que la inseguridad, léase: la delincuencia, léase: la violencia, es el principal tema que nos ocupa, dígame entonces ¿cuál es?

                Estamos todos convencidos de que ES UN PROBLEMA DE EDUCACIÓN. Lamentablemente el trabajo, el tráfico, el ratico ese que uno necesita para uno, etc. nos “obliga” a entregarle los hijos a la guardería y luego a “la escuela” (no importando que esta siga funcionando como guardería), al televisor, a internet o a cualquier otro ocio “formativo” de la juventud.

                Pero no, la honestidad tiene que ser un “VALOR INQUEBRANTABLE” ¡SOSTENIDO POR EL EJEMPLO, EN LA FAMILIA! mientras alguien me “declare el ISR” que no tenga que pagar, me meta adelantado en la lista de cobro de…, me consiga tal y cual que no me toca, me ayude a pasar primero, me contraten mi empresita de maletín y no me “sapeen” cuando solicite una “comisioncita” para hacerles un trámite que les interesa.  A fin de cuenta, yo también tengo derecho a SER RICO y ¡¡¡PARA ESO TRABAJO!!!

                Claro que EL GOBIERNO TIENE LA CULPA. Si la seguridad ciudadana es una responsabilidad del gobierno, en todos los países del mundo, este es culpable de todo lo que hagamos los ciudadanos contra nosotros mismos, en cualquier parte del mundo; no obstante, si es también responsabilidad de todos como comunidad, afortunadamente aquí en Venezuela, tenemos que averiguar si de alguna manera o en algún caso  tenemos o hemos tenido alguna responsabilidad con “la pérdida de valores” de nuestra sociedad o si a nuestro alcance está “comenzar a restituirlos”. En el primer caso, llamaría la atención de quienes han sido copartidarios de aquellas políticas de la Cuarta República Venezolana que dieron como resultado el hacinamiento en las Capitales de Estado y promovieron un “ideal” capitalista rodeado de marginalidad. En el segundo caso, llamo la atención a Madres, Padres, Maestros, Profesores, Líderes y Ciudadanos Venezolanos a integrarse activamente al Gobierno, porque la Democracia no está circunscrita al sistema electoral, como en la cuarta y en otros países, sino a la PARTICIPACIÓN del Pueblo en su Gobierno, como lo ha venido proponiendo la Revolución Bolivariana.

                Bien; si la inseguridad es tan antigua como la humanidad y tan global como la atmósfera, es el tema más discutido y “disfrutado”, es un problema educativo eludido por negligencia, se apoya en nuestros propios valores quebrantados y el gobierno tiene la culpa en una revolución donde el gobierno somos nosotros… ¿Cuál es la salida?

                Los científicos valoran el sistema de ensayo y error como método heurístico para la obtención de conocimiento y muy parecido a eso es el comportamiento humano en todos sus procederes, sin embargo, cuando el error no tiene “incómodas e inmediatas consecuencias” no es error… por eso: LA CULPA FINAL ES LA DEL SISTEMA JUDICIAL.

                El Sistema Judicial está integrado por individuos iguales a los demás, con lo cual quiero destacar que sufren de los mismos quebrantos de valores… pero son LA PUNTA DE LA MADEJA. Solo por allí se puede empezar a enderezar entuertos, siendo ellos ABSOLUTAMENTE ESTRICTOS EN LA APLICACIÓN DE SANCIONES; pero si son ellos, Los Jueces, los responsables finales del quebrantamiento de valores y todas sus consecuencias, SI LLEGASEN A FALTAR A SU DEBER, deberán ser ellos DOBLEMENTE CASTIGADOS.

                El camarada Eduardo Rothe, en un artículo titulado “El poder judicial como enemigo interno”, publicado en Aporrea.org el  viernes, 13/12/2013 http://www.aporrea.org/actualidad/a178561.html propone: (una) “Constituyente Judicial, en la que participen los otros poderes, las organizaciones del poder popular, y los usuarios y víctimas del Poder Judicial. Para que se establezca un cuaderno de quejas, un inventario de prevaricaciones y una escala de prioridades para las reformas urgente”; y comenta: “La corrección que se ha iniciado en el mundo penitenciario debe subir a los tribunales y bufetes”. Vayamos pues a una CONSTITUYENTE JUDICIAL a ver si empezamos a ponerle el cascabel al gato.



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José Claudio Laya Mimó

Profesor Universitario

 joseclaudiolaya@hotmail.com

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