Trincheras de Ideas

La exagerada estrechez conceptual y política de los alcaldes opositores

Políticamente fue un acierto del Presidente Maduro convocar a los gobernadores y alcaldes opositores a una reunión de trabajo, coordinación y de actividades entre el gobierno nacional y los gobiernos regionales y locales, lo que ya se viene adelantando por parte del gobierno con la mayoría revolucionaria gobernante en 20 Gobernaciones y 255 alcaldías alcanzadas en las pasadas elecciones del 8 de diciembre.

La convocatoria previa fue ridiculizada por la prensa golpista quién atacó frontalmente al programa Plan de la Patria convertido en ley que, de paso, no sería apoyado por los alcaldes derechistas y menos reconocer a Maduro como Presidente. Ese abreboca conducido desde la sombras por Capriletti y la plana mayor de la franquicia amarilla no pasó de allí porque el 18 de diciembre no faltó ni uno solo alcalde, ni siquiera el choro alcalde valenciano de Cochiola. Por supuesto faltó Capriletti, el eterno perdedor, porque él no iba a reconocer con su presencia o a viva voz como lo hicieron muchos de los alcaldes presentes –y menos desde el Palacio de Miraflores– que Nicolás Maduro es el Presidente de la República. Ni de vaina, eso era terminar de perder el liderazgo de la derecha, hoy bastante maltrecho.

¿Podía negarse la derecha que viene de una terrible derrota después de trabajar durante meses con la torpe política del plebiscito contra el Presidente?

Evidentemente que fueron a la reunión nariceados y lo más simpático es que la primera condición que puso Nicolás en la macro reunión en el Campo de Carabobo con 255 alcaldes, 20 gobernadores, 99 diputados bolivarianos, consejo de ministros, es decir, cerca de 400 líderes elegidos por el voto popular, fue admitida por los líderes locales derechistas: que él es el Primer Mandatario de Venezuela.

Aquella fue una reunión variopinta donde 3 ó 4 dirigentes fascistas trataron de llevar la línea discursiva, el vámpiro Ledezma, el medio bobo de Ocariz, Falsón, de Lara, esa cosa que llegó a la alcaldía de Barquisimeto por los errores del Psuv y el divisionismo anti unitario, Gerardo Blayde o el terrófago recién estrenado el alcalde de El Hatillo que se disparó un discurso provocador e insolente que Nicolás toreó sin darle beligerancia.

De las veintitantos intervenciones pocas fueron de contenido político, las demás fueron de solicitudes de solución de las problemáticas locales, notoriamente exageradas, magnificadas aprovechando la fuerza que daba la transmisión televisiva del evento. Por momentos uno se imaginó que estaba en un Gobierno de Calle. Pero lo primero a destacar es que mientras el liderazgo de la izquierda bolivariana es ver lo local imbricado con lo regional y lo nacional como proyecto estratégico, la visión de la mayoría de los alcaldes derechistas que hablaron era de un localismo rayano en lo grupal sin un sentido o regional y menos nacional. Aquellos no parecían alcaldes, menos de alcaldes de un país en Revolución sino presidentes de asociaciones de vecinos de la Cuarta República. Aquello era una letanía de problemas de los que Nicolás, con las habilidades adquiridas en el Gobierno de Calle, les fue dando respuesta.

La ocasión fue aprovechada para introducir la fastidiosa letanía de la amnistía para los presuntos presos políticos y los “exiliados”. Escuchar al vámpiro Ledezma o a Blayde con aquella letanía, con argumentos pseudo humanistas, buscando un hueco por donde colar la salida de los asesinos hermanos Guevara, de la Afiuni que no pela una mini marcha de la derecha pese a estar “muy grave de salud” y por eso se le dio la casa por cárcel; del exjefe de policía que tiene una condena máxima por el asesinato de 17 patriotas el 11 de abril de 2002. Nicolás, una vez más, dio muestras de su gran madurez política y su apego a los principios revolucionarios. Fue contundente su respuesta al decir que no compartía en lo absoluto eso de los llamados ‘presos políticos’ como tampoco la visión sobre los condenados porque si abría el debate la reunión se terminaría a silletazos (probablemente se acordó cuando Borges y otros fascistas diputados que llevaron la violencia al seno de la AN y dieron y tiraron sillas a los diputados de izquierda). Los muertos del 11 de abril tienen dolientes dijo y yo eso lo respeto.

Evidentemente aquello fue una provocación. Blayde fue más lejos, tuvo el tupé de decirle al Presidente lo que debía hacer y cómo para utilizar el poder que le otorga la ley en lo referente al perdón a presos condenados, amnistiar a no condenados y exiliados. Como dije, Maduro enfrentó la provocación y dio respuestas de altura.

Henry Falsón durante todo el tiempo que habló fue irrespetuoso, tuteaba al presidente a cada rato, no lo mencionó por su jerarquía de Presidente y manipuló con los problemas, supuestos o reales buscando desmontar políticas de Estado. Por momentos parecía un alcalde más. A mi juicio desaprovechó la ocasión y mostró su falaz rostro de conspirador y mal gobernante.

El Presidente Maduro dio muestras de verdad de ser un presidente, un estadista. No cayó en provocaciones, escuchó pacientemente a todos los expositores durante casi 5 horas, dando soluciones. Les dio su lugar y les reconoció sus fortalezas. Distendió la tensión, bromeó, generó un ambiente de confianza, reconocido por muchos de los que fueron a la reunión armados como para una guerra. Abogó por la paz, inteligentemente permitió la transmisión de la importante reunión pese a que el vámpiro conspirador había retado y afirmado que el evento no sería televisado.

Como siempre la Revolución dio el primer paso, tendió un puente de paz a la obcecada derecha golpista que había obtenido alcaldías, porque la patria es una sola. ¿Habrán aprendido algo en esas casi 5 horas de reunión, se irían con la misma visión conque llegaron, alguno se acercará a mediano plazo al campo de la Revolución?

Habrá que esperar. ¿Quién ganó con esa reunión medio apocalíptica al principio?
Venezuela. Nicolás como hábil estratega político y negociador.


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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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