Plan para quienes quieran sumarse a la vida comunal por voluntad propia

¿Por qué la derecha no chilla con la Misión Vivienda?

La alienación sufrida por nuestra clase proletaria es de la mayor importancia en estos tiempos de cambios neobolivarianos, y esto no pasaría de ser una perogrullada si no fuera porque nuestros propios trabajadores, proletarios, ayer esclavos y peones,  se hallan por ahora marcadamente divididos como clase, en la manera de pensar, de comer y hasta otras cosas más. Los peones y esclavos solían ser más uniformes en su conducta frente al enemigo.

 

La alienación inoculada por la clase dominante, esa que ha sabido vender la oprobiosa condición de burgués y de rico bien envueltica en el empaque de un objetivo para todos, como si todos pudieran ir al mercado de la riqueza nacional, a fin de que la compre el proletario ignorante en materia política y económica, por muy académico que sea, esa alienación, decimos,  cruza todos los estratos sociales, técnicos, profesionales, domésticos y artesanales; nacionales, regionales, municipales y ahora comunales o parroquiales, al punto de que hasta los trabajadores más oprimidos y paupérrimos son los primeros en creer que su pobreza se la mandó Dios o cualquier otra entidad míticorreligiosa, o se la merece porque se equivocó en la vida con la comisión de tales y cuales pecados, o porque diz que no se supo administrar,  porque la condición de pobre está señalada en la Biblia como un merecido castigo a la desobediencia de los mandatos y preceptos religiosos, de tal o cual agremiación y doctrina ideológico religiosa.

 

No podemos pedirle peras al olmo porque sencillamente él da otros frutos. No podemos pedirle conciencia proletaria a quienes han bebido y siguen bebiendo en la venenosa fuente de la mentira burguesa. Conseguir un trabajito, ahorrar mucho como si el salario fuera muy holgado-no jda.- estudiar una técnica, un oficio, ser respetuoso de los patronos así tengan cochochos[1], portarse bien adulón, adular, mucha adulación, bajar la cerviz, decir amén a todo, no meterse en hondonadas, pedirle la bendición a los curas aunque estos no se la pidan a su progenitores, en fin, ser un borreguito de dos patas, obediente como un perrito a pesar de los palos que suele darle su homólogo que tiene por amo. Supuestamente, con eso bastaría, y los reprobados senciallmente no irían pal baile. Se le exige de todo, menos ser respetuoso de sus semejantes porque ese apotegma podría devolvérsele a quienes así lo aconseje.

 

Bien, resulta, pues, que con la formación de las comunas bolivarianas pudiera estar clonándose simétricamente todos los vicios burgueses que rigen en las alcaldías, en los municipios de donde las parroquias tomas sus vicios, mismos que rigen en los estados que toman los vicios de las alcaldías, y en toda la nación que  los toma   de sus estados y de los malos ejemplos de otros países, países que, en buena o la mayor parte del planeta, han estado infestados de burguesismo desde hace sus buenos 500 años y pico. Se habría rearado en el mar

 

Nos consta la formación de juntas comunales que de bolivarianas con tienen un cjo., pero allí están, contaminando a los parroquianos. Muchos de sus miembros son actores y actrices pagados por la derecha acaparadora de vicios burgueses y antibolivarianos. Valencia en un claro ejemplo. El Presidente Chávez nos alertó al respecto. Venezolano y beneficiario que no se sume espontáneamente a la formación comunal debe ser condicionado para que en un plazo prudencial sea reubicado en otra comuna de dudosa disposición a vivir con nuevos valores humanos.

 

Sugerimos que, a manera de apéndice a la Gran Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor, sean invitadas aquellas familias que estén en los hechos ya preparadas para vivir en comunas. El comunismo ni se compra ni se vende, más bien es un hijo adoptivo. Corremos mucho riesgo y perdemos mucho tiempo y dinero tratando de convertir a un refugiado, a un marginado, en un comunista, que posiblemente esté contaminado hasta el cuello con valores contrarrevolucionarios. Se convierte rápidamente en enemigo, en tránsfuga, en traidor. La derecha lo sabe, y por eso, hasta pudiera tolerar esas Grandes Misiones sin chistar.

    



[1] http://www.tubabel.com/definicion/25621-cochocho



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Manuel C. Martínez


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