Se van las "Nuevas Tribus", engendro imperialista (I)

Si se aprecia con detenimiento la actitud fundamentalista (de extremismo religioso) del presidente norteamericano George W. Bush, quien afirma que Dios conversa con él y le da orientaciones sobre políticas de agresión a naciones y pueblos como el de Irak, Afganistán, Cuba, Venezuela.

Si tenemos en cuenta las declaraciones del .reverendo evangélico Pat Robinson, quien cometió el delito de proponer públicamente la barbaridad de asesinar al Presidente Chávez o la risible torpeza que Venezuela le va a lanzar una bomba atómica a los Estados Unidos.

Esas dos conductas, una del presidente de la que se dice es la nación más poderosa de la tierra, la otra, del jefe de una influyente iglesia evangélica norteamericana que se asume políticamente de extrema derecha, evidencia que el elemento religioso extremista, fundamentalista, tiene una indiscutible carga política y es utilizado desenfadadamente y cínicamente para objetivos de dominación, colonización y control de pueblos y naciones.

Esos dos casos o ejemplos de conductas religiosas que se están dando en estos momentos, deben servirnos para entender la conducta que desde los 80 del siglo XX, han no sólo asumido sino practicado las ‘Nuevas Tribus’ contra las etnias indígenas de Venezuela.

La esperada decisión del gobierno –quizás algo tardía pero igualmente bienvenida– de expulsar al grupo fundamentalista y etnocida, espía y violador de la soberanía, viene a escuchar un clamor de una infinidad de sectores que desde esos años –hace más de 25 años– demostraron que existían comprobables elementos de etnocidio. Con la etnia yekuana hicieron experimentos con vacunas que produjeron una enorme mortandad de miembros de esa etnia; con la etnia kariña lograron su desintegración producto de la manipulación ideológica, al acusarlos que ellos habían matado a Cristo y vendría del cielo una bola de fuego a extinguirlos.

El listado de daños ideológicos, sociales, lingüísticos a las etnias donde se insertaron, con el visto bueno y la complacencia de todos los gobiernos de la Cuarta República, es bastante grande. Hace muchos años que se hizo y la lista ha seguido creciendo, por ello es sencillo demostrar que ese grupo ha utilizado la religión cristiana como pretexto para la manipulación de nuestros hermanos indígenas, la fractura de su cosmogonía y creencias, el debilitamiento de sus culturas, al punto, por ejemplo, que muchos indígenas catequizados por este grupo norteamericano, aprendieron primero a hablar inglés que castellano, que es el idioma oficial de Venezuela.

La expulsión es, en el menor de los casos, una medida generosa, que no castiga judicialmente el daño que se le ha hecho a la soberanía cultural, ideológica, étnica, humana del pueblo venezolano, y debe el gobierno bolivariano hacer un gigantesco esfuerzo para tratar de revertir el daño que durante casi 50 años causó está misión de evangelización compulsiva y de etnocidio. Se precisa, entonces, una agresiva política multi sectorial del amplio espectro que, dentro de la concepción de rescate de la soberanía, la dignidad y la identidad nacional, que en un tiempo, prudente, respetándole a las etnias afectadas su realidad y especificidad cultural e idiomática y, los más importante, con su propia participación.



Si el credo cristiano, evangélico ha sido el pretexto utilizado por las ‘Nuevas Tribus’ para su campaña compulsiva de catequización etnocida, criminal contra naciones indígenas que pueblan el Sur de Venezuela –los Estados Apure, Anzoátegui, Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro–, los experimentos “científicos”, la desintegración de grupos, la manipulación sicológica de los individuos, todo bajo el pretexto de la evangelización, todo, en su conjunto, es tan sólo un aspecto de la otra actividad, la estratégica, que este grupo, brazo de la CIA, para el control y dominio de grandes extensiones geográficas de un indiscutible valor estratégico.

Ya en los años 70 el trabajo de penetración y espionaje de las ‘Nuevas Tribus’ en etnias como la yekuana, significó que el estudio y aprendizaje de su idioma fuese transferido, a través de la CIA, al ejército norteamericano y utilizado en las claves del ejército invasor durante la guerra de Vietnam, para evitar que los vietnamitas y sus aliados lograran decodificarlas.

Empresas transnacionales como la General Dynamics, que construye aviones y equipos militares para el ejército norteamericano, es una de las que apoya financieramente a las ‘Nuevas Tribus’.

En la amazonia venezolana hay grandes reservas de minerales estratégicos, comencemos por el uranio, elemento fundamental para el desarrollo de la energía nuclear. Pocas son las naciones en el mundo que tiene este mineral en estado bruto. Ya ese solo hecho permite hacerle un rastreo a las otras actividades de este grupo supuestamente evangelizador. ¿Cuánto uranio se pudieron haber llevado de esas tierras en estos 25 o más años?

Tienen aeropuertos privados, sofisticados equipos satelitales y digitales; hay un trabajo de geología que ubica y sustrae ilegalmente minerales que allí existen: oro, diamantes, etc.

Pero no sola esa es su otra actividad. El levantamiento topográfico, catastral, geográfico –utilizando el satélite al que tienen acceso– de una región estratégica de un valor indiscutible, rico reservorio de agua, de bio diversidad, que en los textos de formación de los estudiantes norteamericanos se señala que estas ricas zonas son manejadas por gobernantes salvajes, ignorantes y personas sin formación.

Las ‘NT’ se van, de eso no hay duda, ¿y la base social, indígena que dejaron sembrada para que continúen su labor compulsiva y destructiva, anti nacional qué va a ser de ella?

Porque ahora hay un problema nuevo, unos indios que no son indios, que renunciaron a su identidad, a su sentido de pertenencia y se sienten más norteamericanos que venezolanos, que no creen en sus dioses ni en su cosmogonía sino en ese dios egoísta que el extremismo de los evangelizadores inculcó en ellos, más aún, los enfrenta a su país y a su pueblo.

Hay una parte de seguridad nacional que es la parte del espionaje, de la ubicación de yacimientos de minerales estratégicos y su sustracción ilícita, el levantamiento de mapas de amplias zonas geográficas igualmente estratégica ¿a quién se va a responsabilizar, a señalar y acusar judicialmente? Eso aún no está claro.

El pueblo venezolano, bolivariano, revolucionario, sus sectores de vanguardia, aplauden esta esperada decisión y llaman al gobierno a no titubear ni vacilar, firmeza y contundencia en la defensa de la soberanía y de los pueblos indígenas. (23-10-05)

(caracola@cantv.net)


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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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