Con mi arte tengo

Hablar de este flagelo en plena campaña, no sería lo ideal, si estuviéramos viviendo en el engaño de la república anterior; pero en esta es necesario, para no dejar cabos sueltos sobre la estimulación del ego, que me lleva a escribir sobre este exabrupto eleccionario.

Por disciplina de lucha y de tiempo, soy un irreverente en la discusión y leal en la acción, no serlo es complacer posiciones contradictorias no muy claras en la conducta y sería una cobardía no defender el proyecto en el que creo a pesar de las debilidades que mostramos por momentos.

Se ha presentado una diatriba comunicacional entre bandos que no pertenecen al gremio farandulero y al que pertenecí por mucho tiempo; medio que no es nada socialista y en el que aprendí a convivir con la desigualdad; primero puedo hablar con propiedad porque viví en la boca del lobo y vengo de adentro y segundo, que como revolucionario me preocupa el tratamiento, que le dan unos opinadores de oficio a un tema tan delicado cuando se está en plena elección, afectando la sensibilidad de cultores y en la cual me encuentro, sin los intríngulis que siento hay en la otra parte.
No acostumbro a nombra personas en los debates, como un ser cuajado en estos andares, el objetivo no es la individualidad, lo que persigo con mi intervención en el debate de las ideas, es enfocarme en el objetivo colectivo.
Con este comentario podría herir susceptibilidades en los sectores afectado en el debate; por una visión esnobista que mantiene lo interno del liderazgo, que parece la posición de la anormalidad más grande, no dentro de una campaña, sino en el proyecto revolucionario y además es apoyado por un sector que no opina nada al respecto y se declara inconscientemente, en apoyo a una posición divisionista, sobre todo con los que son consecuentes y han mostrado lealtad en el combate, además saben que significa compromiso, en un mundo donde han sido apartado por haberse identificado un día, cuando empezó este plan que estamos empujando como el proyecto que creímos y por el cual venimos dando la vida (en algunos casos) y desde hace mucho tiempo, dejando el lomo en el esfuerzo para que esto siga andando.

Tal vez para el lado que estoy no hay tanto daño, porque ya lo pasamos en la trasferencia anterior, pero si puede haber para el otro, cuando se den cuenta que esto no es un carnaval y entender de que se trata le empiece aclarar, independientemente de su convicción, cuando el consiente se dé cuenta, que en un proyecto como el que estamos llevando, la conciencia revolucionaria y el compromiso con la idea, significa algo más que mostrar una imagen construida por el capitalismo, ante una cantidad de PUEBLO que han cambiado en lo profundo de su ser, valores que los han agigantado, entre ellos los de entender que esto no es un desfile de moda en la pasarela de un imperio acecino, que está esperando que tropecemos para demolernos: es un compromiso para trasformar un país que venía destrozado por una republiqueta que ya no es; estamos en una PATRIA sacándola del fondo y para lograrlo tenemos que mostrar sindéresis en la lucha, que va mas allá del ego que nos creó una mal uso y abusando del espectro radio eléctrico que pertenece a un PUEBLO, que entendió por encima del maquillaje y el disfraz de afro descendiente, que soy un negro que persigue con honores, PATRIA SOCIALISTA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.


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Antonio Machuca

Actor y militante revolucionario

 machucamelo@cantv.net

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