Llegando a la conclusión del análisis y las complicaciones que me seguirán, de un lado veo una acción arrolladora para el cambio socio-político mientras Correa siga y esta es la mayor de las contradicciones porque el mismo Correa manifiesta querer retirarse después de cuatro años, no importa si es una decisión personal o es una ley constitucional que permite una sola reelección, por supuesto, las leyes si se quiere jamás están allí ya que se puede ejercer el poder para cambiarlas, por lo tanto, si considero mi conocimiento y experiencia en todo este análisis, tiene algo de ilusión y algo de verdad considerando que…

El artículo 1 del capítulo primero de la Constitución en su segundo párrafo dice “la soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de participación directa previstas en la Constitución”.

El articulo 95 sección primera de los principios de la participación manifiesta “las ciudadanas y ciudadanos, en forma individual y colectiva participan de manera protagónica en la toma de decisiones, planificación y gestión de los asuntos públicos y en el control popular de las instituciones del Estado, la sociedad y sus representantes, en un proceso permanente de construcción del poder ciudadano”. “La participación se orientara por los principios de igualdad, autonomía, deliberación publica, respeto a la diferencia, control popular, solidaridad e interculturalidad”.

El proceso revolucionario está lejos de estos principios, sin embargo, lo obvio de los datos respecto al crecimiento del PIB 126.000 millones de dólares significa un crecimiento continuo entre el 5 y el 6% estos últimos años, ha permitido reducir la pobreza, incrementar significativamente la inversión social solidificando la credibilidad del presidente, son índices altos que ilusionan al pueblo. El alto precio del petróleo y la recaudación fiscal se traducen en una mejor asignación para los municipios rompiendo la inequidad. Obras como aeropuertos, vías de comunicación, colegios, escuelas, hospitales y trabajos de infraestructura sanitaria básica reflejan una mejor calidad de vida para los ecuatorianos, así, la experiencia acumulada del gobierno y del pueblo es una evidencia nada más.

Ecuador, necesitaba un recomienzo político una refundación como Republica y eso se inicio en el 2006 cuando Correa fue electo presidente sin tener estructura política y ni un solo diputado de respaldo. El pueblo estaba cansado de la politiquería y de tener un presidente por año desde 1997, hoy, cuenta con más del 85% de afines en la Asamblea Nacional y un 60% en el pueblo, se podría decir que para estos próximos 4 años el gobierno gozaría de una gobernabilidad perfecta de no ser por los militares y porque el pueblo no se siente representado por los asambleístas cuyo crédito no supera el 14%. El pueblo voto todo por Correa, no nos engañemos, en eso tenemos que estar claros.

Con la nueva Constitución redactada en el 2008 en la tierra del revolucionario Eloy Alfaro y Correa elegido otra vez presidente empezó la reconstrucción de las estructuras publicas autorizadas por el pueblo en el 2010; se logró romper en algo la mediocridad institucional que aún se aferra con su hedor a las paredes, sin embargo, para la práctica constitucional se requiere con urgencia cambiar, reformar o elaborar nuevas leyes en el código penal, tierras, agua, y poder radicalizar la revolución sin olvidar la ley de comunicación, y una que para mí se convertirá en la más importante de todas para una mejor democracia o para que se respete al pueblo, la ley que permita la reestructuración de las FFAA.

Con esta ley de FFAA, la oposición política prácticamente desaparecerá después de su vergonzosa derrota el 17 de febrero, ahora, a lo único que se agarran es a generales como Narváez, Vera Ríos, su reemplazo Jorge Peña Cobeña nuevo jefe del ejército, seguro abraza el espíritu de cuerpo de la vieja tradición ideológica de la Escuela de las Américas, influyente en las promociones de los años 70 y 80.

El pueblo y el gobierno necesitan a las milicias para que el grueso militar de más de 42.000 hombres y mujeres se acerque al pueblo y juntos elaborar una mejor defensa del país y una mejor seguridad interna, sin esto, ninguna modernización de las instituciones tendrá asegurado un paso revolucionario porque los procesos al socialismo están saturados de desestabilizaciones que desembocan en golpes o en magnicidios.

Con el respaldo ofrecido por el pueblo, Correa no asistió al cambio de mando del ejército ni recibió días antes a un grupo de generales encabezados por el general Vera Ríos para discutir el ascenso de tres coroneles, firme jugada la de Correa, pero, hay que andar con mucho cuidado porque en el Consejo de generales del ejército y en el Consejo Supremo de las FFAA se respira malestar ¿Cuántos de estos aristocráticos generales y almirantes pertenecerán a la CIA? Con seguridad muchos, a la agencia le gusta involucrarlos desde cuando son mayores.

Es verdad que el equipo bélico de las FFAA necesitaba ser modernizado, el ataque a Angostura en el 2008 acelero la adquisición de armas y material militar bajo el presupuesto de fortalecimiento de las FFAA, entregando 388 millones de dólares más a los 1028 asignados para ese año fiscal.

Para el 2010 el presupuesto general de las FFAA era de 21.282 millones y el presupuesto de defensa nacional fue de 1511 millones de dólares. Para el año 2011,23.950 y 1505. Año 2012, 26.109-1508. Para este año está presupuestado 26.000 y 1700 millones de dólares según el ministerio de finanzas y el Consejo de defensa de UNASUR.

La mayor parte del equipo de infantería es estadounidense, el fusil M4, miras telescópicas, de visión nocturna, iluminadores infrarrojos, sistema laser, lanza granadas y misiles son de última tecnología así como los 4 helicópteros y lanchas misil eras y un submarino más están equipados con tecnología de punta; hace poco el gobierno entrego 100 Hummer y otras armas bajo el lema “el derecho irrenunciable a la seguridad social y a servicios de calidad, voluntad política del buen vivir del pueblo uniformado”.

Con todo este incremento al presupuesto, salarios, sueldos, a las FFAA les cuesta ser neutrales y aceptar el mando civil. La escuela de las Américas les enseño a ser políticas y decisorias en una democracia bajo el cuento de respaldar al pueblo han quitado el respaldo a su comandante en Jefe por muchas ocasiones, así se lavan las manos con la historia..

Hay temas controvertidos entre la práctica y los ideales de la revolución ciudadana, se encuentran en la gratuidad de la salud que no cuenta con un respaldo de una medicina preventiva. En la educación masiva en donde el mejoramiento debe ser integral, se empezó por las universidades atacando el negociado de la educación superior, buen punto, pero, para preparar a estudiantes con intelecto sobre los 900 puntos se necesita mejorar la educación básica.

Algo similar ocurre con las zonas rurales en donde se confunden el materialismo, corrupción e ineficacia del Banco Nacional de Fomento (BNF) con el absolutismo del ministerio de agricultura, el empirismo del campesino, el racionalismo del gobierno para que todo quede en pura eficiencia y poca eficacia.

Ecuador no tiene una revolución cultural que enseña la diferencia de oficio dentro del gobierno por falta de prevención y reflexión para utilizar de mejor manera la convicción natural e instintiva que tiene toda persona en pro del proceso revolucionario.

El consumismo sostiene irremediablemente el individualismo, egoísmo, en las clases sociales. El proceso ecuatoriano carece de lucha de clases porque los ideólogos, cantan a coro con los ministros y asambleístas casi burgueses las mismas y manoseadas fórmulas de una economía política que estudia las actividades productivas de las personas eludiendo por completo las relaciones de propiedad de la producción.

Para finalizar, ojala, la revolución cultural desemboque en una revolución obrera y campesina que respalde el resto de logros sociales alcanzados y los que están por venir con la ciencia y tecnología desde la ciudad del saber.



Raúl Crespo.