El panorama de los mediocres

El escribir de estas cosas, supone un riesgo que aunque calculado puede producir resultados inesperados, no por la detección de los probables mediocres, sino por la defensa que se haga de estos. La solidaridad automática actúa de manera solapada a la hora de precisar quienes están en esta categoría. La historia humana está llena de casos como estos, no se trata de evaluar hoja curricular, porque esta puede llenar varias páginas y anexos, el caso debe considerarse de otra forma.

Los mediocres profesionales, que no es lo mismo que profesionales mediocres están en todas partes seguramente apadrinados y atornillados, mientras que aquellos que de una forma u otra se rebelan ante el conocimiento de estos casos, son execrados cual bendito zancudo que revolotea por nuestros aires.

La mediocridad se esconde detrás de un parabán invisible y muestra signos de dominio de la escena, no podría ser de otra manera, de tal forma que si a los resultados nos vamos, la situación de éste o aquel organismo o empresa privada están en mero peligro.

Una de las causas de la crisis financiera del 95, estuvo en la manera para llevar adelante en buenos términos el negocio bancario, cualquiera llegaba a ser vicepresidente de algo en una entidad bancaria, especialistas de la banca Off Shore fueron minando con la mirada ingenua, complaciente y a veces solidaria de los directivos de alto nivel, la estructura constitutiva de los bancos, el negocio bancario dejó de ser el de préstamista para convertirse en multiplicador de expectativas y falsas.


La colocación de enormes cantidades de recursos del público en las llamadas “mesas de dinero”, se convirtió en un atractivo para los fieles clientes, que llegaron a jurar casi, que su dinero valía mucho más que lo que demostraba el mercado financiero. Abonar en una colocación a plazo intereses de hasta un 120% llegó a ser de carácter normal y bien visto por autoridades del gobierno, porque esto producía movimiento extra en la economía. Enormes cantidades de dinero se gastaron en publicidad, lo que abarrotaba cuanto programa estelar se presentaba para la promoción de tan arriesgada oferta.

La mesa se sirvió y de ésta se sirvieron un pequeño grupo de “banqueros”, que daban la vida por enviar dinero ( bolívares convertidos en dolares), al exterior, a unas agencias que físicamente nunca existieron ( Curazao, Aruba, etc ).

En el caso de los empresarios aunque con otra connotación, sucedió algo que debe pasar al libro de records. Es el caso que, ingentes recursos públicos y privados fueron a parar a una nueva tipología de empresarios que curiosamente nunca fueron empresarios, o a ganaderos que en el mejor de los casos lo que llegaron a tener eran cabezas de ganado sin saber que hacer con ellas.

Literalmente, cementerios de galpones abandonados fueron secuencialmente dejando las huellas en muchos casos sin una lápida que dijera aquí yace una empresa. Sin embargo, los viajes internacionales tuvieron su mejor época, la adquisición de inmuebles en el exterior fundamentalmente EEUU, se multiplicó tan sólo en pocos años.

Si nos ajustamos sólo a lo mencionado anteriormente, estaríamos abordando una parte de la verdad, y además se estarán preguntando porqué el título, cómo los mediocres o unos mediocres presentan un panorama aparentemente exitoso. En este caso, cuáles fueron los cambios que como todo proceso debe producir y cómo personas mediocres pueden hacer algo de estas dimensiones.

No se si existe, no estoy seguro, un libro con este título y que se dedique no a este tema sino al político estrictamente, conocemos por ejemplo de: José Ingenieros su obra “El Hombre Mediocre”, quizás esté de alguna manera conectado cuando se refiere a la característica social del individuo, ser humano. En nuestro caso la connotación que le queremos dar está relacionada con la exacerbación del individualismo y el éxito como conceptos alienantes del neoliberalismo, de gran penetración, que preparó a mucha gente con el llamado inmediatismo útil, causa y efecto de los alumnos egresados de universidades norteamericanas fundamentalmente, cuyos pensum de estudios estuvieron y están adaptados a incentivar los modelos descritos.

Antes de continuar, suministremos la definición según el diccionario de la Real Lengua Española sobre el término o palabra Mediocre, según el Diccionario MEGA de la lengua española. Editorial Voluntad, significa lo siguiente: Mediocre: Mediano. De calidad media. Y en cuanto a Mediocridad: Estado de una cosa entre grande y pequeño, entre bueno y malo.

El asunto está, no en que existan los mediocres, sino en la cualidad de poder que ostenten, en el uso que hagan de él y en los objetivos que se tracen. Nuestro país desde hace mucho tiempo ha sido gobernado por mediocres, la empresa privada ha sido dirigida por mediocres, los medios de comunicación tienen en su seno muchos mediocres, en el campo profesional hay mediocres, en la educación los resultados reflejan la existencia de un gran número de mediocres, en la familia hay muchos padres mediocres, en fin la circunstancia de escribir sobre esto tampoco nos separa de la calificación, cualquiera de nosotros pudiera serlo en cuanto desprevenido te conviertas y hagas uso de ese poder que te otorga la mediocridad como régimen de vida.

El mundo ha sido testigo de los gobernantes mediocres que aunque hayan ganado una y mil guerras no los exime del calificativo. Escribir un libro puede ser un ejemplo de mediocridad, es decir está entre ser bueno y ser malo.

Volvemos al porqué del panorama de los mediocres, sencillamente a través de los cambios generados a partir de la finalización de la segunda guerra mundial, surgieron muchos líderes renovados y gananciosos, una buena parte de ellos, eran mediocres, es más, pasaron a dominar la escena mundial, transformando muchas cosas, crearon la declaración de los derechos humanos, la ONU y lo más inteligente el derecho a veto, organismos internacionales para controlar la economía mundial y las finanzas, la Organización del Comercio, de la Salud, muchos protocolos fueron firmados e incumplidos, entre ellos, la conservación de especies de la fauna.

Cuántas guerras, golpes de estado, rebeliones y alzamientos, llenaron de tristeza y dolor a millones de personas en nombre de la mediocridad, sino de manera directa como respuesta a reivindicaciones sociales y políticas.

Si bien es cierto que, la mayoría de gobernantes han sido mediocres y como tales tienen la culpa, hay otros que por no serlos o al menos diferenciarse de los primeros, fueron derrocados o asesinados. En este caso, éstos últimos fueron contestatarios en su momento porque entre otras cosas se opusieron de varias maneras a ese panorama que construyeron los mediocres.

En el caso venezolano creo firmemente en esa posición progresista a fin de dar por finiquitado el papel que los mediocres que ostentaron el poder hasta 1998, tuvieron y ejercieron en nombre del pueblo y contra su propio pueblo.

La lucha hoy día pasa por el ejercicio de detectar en las fuerzas políticas del cambio y en la administración pública a aquellos que hacen las cosas buenas y malas, asumiendo lo pequeño en detrimento de lo grande y retrasando los programas inexplicablemente. Es bueno aclarar que mediocridad no es parental del escuálidismo, los hay hasta en este lado, es por ello que, la revolución debe ser en estos términos firme y categórica.

Es sorprendente encontrar opiniones diversas sobre el papel que la mediocridad ha tenido fundamentalmente en la segunda mitad del siglo XX, para extendernos sólo desde allí, aunque no es un acto intelectual de mucha dedicación entender que siempre ha existido.

Con la finalidad de focalizar un tanto didácticamente el asunto, abordaremos la opinión al azar de cualquier político tradicional que suele ignorar la circunstancia en la cual fue envuelto y que lo convirtió en un miembro activo de la casta de advenedizos y medradores , “la lucha política pasa por el fortalecimiento de la democracia representativa”, frase que interpretada en razón de los resultados la podemos traducir en otra más significativa “En nombre de la democracia representativa, por ende de la representación popular, tuve el privilegio de entregar mi patria a los designios del imperio”

. No es, por supuesto, una simple frase, encierra el todo y la nada, el todo en lo que se sumió al país en desorden, despilfarro, corrupción, represión, ignominia, desprotección social, privatización, deuda externa, inflación, crisis bancaria, delincuencia, concentración del capital en menos manos, penetración de manos extranjeras en puntos claves como las FFAA, Pedevesa, Empresas Básicas, entre otros casos; la nada, la cada vez mayor desesperanza producida en la búsqueda de los horizontes pérdidos, perdida de fe en los dirigentes otrora apoyados y con aliento popular, desencanto gradual en los partidos y sus dirigentes, al camino ineluctable de la pobreza y la exclusión social. Y algo inédito que formaba parte de la ignorancia colectiva, la definición del Imperialismo como el enemigo a vencer y culpable de los niveles de atraso y miserias en lo que se sumió al país y resto de países latinoamericanos y caribeños.

Que otro calificativo le podremos dar a semejantes seres sino el de mediocres, aunque la palabra les produce escozor hicieron una revolución in Vitro, afectando la entidad socio-cultural de la población en contra de la norma como siempre lo es, pero, cuál era la norma? , cuál su rigor? , cuál su alcance y objetivos?. Normas que fueron violadas una y otra vez en nombre de la democracia. Su revolución definamozla así, acabó con todo lo que tenía que ver con la moral y la cívica de los ciudadanos, democratizó la corrupción produciendo un enorme daño a la sociedad en su conjunto. No hay razones para no robar, al parecer se convirtió en el lema de la lucha por el poder.

Ahora bien, nos preguntamos: es la mediocridad una actitud mental racional de la cual pocos se dan cuenta que la llevan dentro de si, o simplemente es una reacción física humana ante las circunstancias que los arropan y conducen.

Quien suscribe, apuesta que lo que marca la situación del mundo actual en relación o con respecto a uno mejor de iguales y justicia social, es la mediocridad intelectual de quienes han tenido la oportunidad de ostentar el poder, aunque sus intenciones hayan sido otras. Cuando nos referimos a la mediocridad intelectual, no lo estamos haciendo en razón del conocimiento, sino del mal uso de éste, en función de intereses ajenos a sus propósitos pero que los beneficiaron montándose en ese tranvía perverso del capitalismo.

Para ser calificado de mediocre en el mejor sentido de la palabra y sin algún contenido peyorativo, basta con revisar la “hoja de servicios” y hurgar minuciosamente cada uno de los ítems cumplidos y compararlos con lo que la vida les ha dado y otorgado. El razonamiento anterior conlleva en su seno una reflexión bastante particular que tiene que ver con la situación económica real de cada mediocre encontrado en el camino, es más mediocre el que haya acumulado más en ese camino, buena pregunta que nos gustaría que muchos respondieran.

Consideramos que la experiencia personal de cada mediocre está llena de vicisitudes nerviosas de su existencia, desde el acto corruptivo hasta la ganancia fácil producida por la lenidad y ventajismo, fueron la pléyade y vorágine que en fiesta contubernio cimentaron una clase de individuo ajeno al sentir y entendimiento del resto de la población, que, a su vez, veía estupefacto lo que ocurría en sus narices.

No fue una nueva clase social, estos individuos por efecto rémoral se plegaron a todo cuanto le favorecía y constituyeron una especie de clanes que eran fácilmente identificados en esencia y presencia. No hay extirpación posible si prodigamos y aceptamos semejantes conductas, la omisión se convierte en solidaridad automática y esta en lenidad plena, mucho daño están haciendo al proceso de cambios los individuos que se esconden detrás “del conocimiento de la administración pública”, para al menos fomentar de manera solapada atrasos indebidos en la ejecución de planes y políticas. Quién o quiénes le ponen el cascabel al gato? . Vaya reflexión preguntona. Es necesaria una repuesta contundente?. Creemos firmemente que si y de manera urgente.


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Rafael Febles

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

 rafaelfebles@yahoo.com      @rafael_febles

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