Los acontecimientos de la semana

En la semana hubo un debate en la Asamblea Nacional trascendente, revelador de dos posiciones que lucieron cada vez más irreconciliables, que mostró una bancada homogénea en sus posiciones, blindada ante las intrigas, y otra en la que dominaron los ultraderechistas; una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia mucho más significativa e influyente en la vida política en cuanto despejó todas las interrogantes surgidas a propósito de las controversiales interpretaciones del art 231 de la Constitución, y cerró el jueves 10 con la multitudinaria concentración presidida por el Alto Gobierno y solidarios representantes de 27 países latinoamericanos y del Caribe, y que mostró a un pueblo como pocas veces se ha visto, tal era su grado de conciencia e identificación con su líder ausente.

Por centenares deben medirse los participantes de Caracas y llegados de casi todo el país, entrevistados por las emisoras públicas. En todos ellos se podía escuchar esa identificación, su total comprensión y acuerdo con los efectos de la sentencia, así como que Maduro asumiera el mando tal como lo había recomendado Chávez antes de viajar a La Habana hace un mes.

Quedó igualmente clara su firme disposición de defender todas las conquistas alcanzadas, rodilla en tierra, como incluso sorpresivamente se mostró el popular animador de TV, Winston Vallenilla.

No era casual que portaran la consigna “Yo soy Chávez”, “Chávez somos todos” y otra más novedosa: autojuramentándose. Nunca antes, en una manifestación del chavismo, se había observado esa suerte de simbiosis política, reveladora de todo cuanto han aprendido los sectores populares, del grado de organización que tienen hoy, incomparable a cualquier momento anterior. Una expresión de esa capacidad organizativa y de ese nivel de conciencia fueron las recientes victorias en 20 de 23 estados, sin que, por primera vez en 14 años, tuvieran a su lado a Chávez para impulsar las respectivas campañas.

No creo que ésta del jueves haya sido la más multitudinaria concentración del chavismo, pero, sin lugar a dudas, desde el punto de visto cualitativo, reveló ser la de mayor conciencia que ninguna otra.

¿Y la oposición? Uno no termina de comprender a los dirigentes opositores. Que a estas alturas no hayan entendido lo que viene pasando en Venezuela desde hace más de una década, que evalúen la política y la acción del Gobierno con los mismos criterios de siempre, como se hacía en la Cuarta República; que sean ciegos ante todas las realizaciones del Gobierno en campos como los de educación, salud, alimentación y vivienda; que no hayan comprendido los cambios habidos en la conciencia y organización del pueblo, todo ello por lo menos revela una ceguera y una falta de capacidad de reflexión, impensables en una dirigencia política después de 16 derrotas electorales y otras de magnitud política como el golpe de abril, el paro-sabotaje de 2002 y el retiro de los comicios parlamentarios de 2005.

Uno está tentado a pensar que esa falta de comprensión está inducida por los más radicales opositores, dominados por el odio a Chávez y, al efecto, les sugiero leer el artículo del viernes en estas páginas de Maryclen Stelling. ¿Cómo se entiende, por ejemplo, que hubiesen escogido a Ismael García para que abriera tan importante debate de la Asamblea Nacional? Era evidente que no había interés alguno en acercarse en la búsqueda de un diálogo al que después se refirió el diputado P. P.

Fernández, y quien pudo mostrar, en tendencia distinta, como Hiram Gaviria no hizo sino seguir la pauta de García. Por supuesto, a esos factores internos que presionan y con frecuencia orientan la política de la MUD, hay que añadir factores externos, poderosos ellos, que desde hace años no dan tregua a su empeño desestabilizador.

Conocida la inapelable sentencia de la Sala Constitucional del TSJ, no declararon que la acataban, como es el uso y costumbre en estos casos, la “aceptan” que no es lo mismo, y prefirieron apelar a la inefable OEA, donde les respondieron que esa es materia política de los venezolanos, solicitaron a los dignatarios que estuvieron aquí solidarios con Chávez que no fueran a Miraflores, palabras baldías, y anunciaron que tomarán la calle para cuestionarla en reuniones, que ojalá sean pacíficas. No sé si explicarán que su gran objetivo todos estos días, que tan denodada y firme lucha, era para que Diosdado Cabello asumiera la Presidencia de la República. Como si ellos fueran vecinos de El Corozo.

¿Han visto alguna vez semejante dislate?

Me atrevo a apostar que ninguno de ellos disfrutó la noche del jueves 10 el concierto de la Sinfónica Simón Bolívar dirigido por Gustavo Dudamel, y que algunos habrían optado por circular mensajes contra el maestro Abreu por sus palabras de esa noche.

Para eso parece quedar la oposición

* El vicepresidente Maduro hizo dos anuncios, ninguno más importante que otro: que este año se construirán 380 mil viviendas, y de esas 62% (235 mil) estarán a cargo del Poder Popular, de la autoconstrucción. Lo que significa que construirán un promedio de más de mil diarias. Y el otro lo hizo en el Teresa Carreño: pasar de 400 mil integrantes del Sistema de Orquestas Simón Bolívar a un millón, seguramente con sus respectivos instrumentos y locales. ¿Quién puede negarle aplausos?

*Fruto Vivas se estrenó el sábado en TV con un original y útil programa, de interés para todos, y nadie mejor que él para seguir las ideas, propuestas y comentarios de “Las cosas más sencillas”, el famoso e inolvidable espacio de Aquiles Nazoa, ahora reinventado.

* Hace poco cumplió 70 años Oscar López Rivero, pero no sería motivo de mención si no se sabe que tiene 32 años preso en Estados Unidos por sus acciones en lucha por la independencia de Puerto Rico. No creo que se tengan noticias de un preso con más años de encierro.

* Sojo se queja por la falta de remolque de sus bateadores, ¿y qué decir del Caracas que entre jueves y viernes dejó más de 20 en bases? Y a eso se añade un mánager que deja exprimir a sus pitchers mientras los apalean.

* Manuela Sáenz sigue siendo un personaje para historiadores y novelistas: “Manuelita, la amante revolucionaria de Simón Bolívar” es el último libro que la estudia, del periodista y escritor Manuel R. Mora, editado por Turner Noema. Del profesor Adelso González Urdaneta recibo “Un maestro entre barrotes”, memorias de cuando estuvo preso en 1951-58 durante la dictadura perezjimenista. La Jurisdicción Disciplinaria Judicial, que preside el Dr. Tulio Jiménez, edita la revista “Ad Literam”, N° 3, de diciembre de 2012, con las reflexiones del Dr. Guerrero Omaña sobre el saneamiento del sistema de justicia, y de Eliécer Lobatón “Ética judicial y régimen disciplinario”, entre otros artículos, de útil lectura para jueces y abogados.


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Eleazar Díaz Rangel

Periodista egresado de la UCV. Ganador del Premio Nacional de Periodismo y menciones en diversas especialidades. Es Director del diario Últimas Noticias desde el año 2001. Profesor titular jubilado de la universidad central de Venezuela, cuya escuela de comunicación social dirigió (1983-86). Presidente de VTV 1994-1996. Presidente de la asociación venezolana de periodistas.

 edrangel@grupo-un.com

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