10 Millones de votos presidente Chávez

Cualquier opinión califica  a la revolución bolivariana hacia el socialismo en este siglo, como uno de los hechos fundamentales para contrarrestar las modernas crisis del capitalismo y, entre otras cosas, sirve para mantener la expectativa mundial respecto a solucionar la pobreza y la unión regional con una mejor democracia que ayuda a formar nuevas personas actualizando el concepto de ciudadana  y ciudadano con sus deberes y derechos civiles con la participación desde los sufragios, con libertad de pensamiento y humanismo, característica del proceso revolucionario en Venezuela, hecho que a su vez lo sostiene en la primera opción para reelegirlo camarada Chávez.

10 Millones de votos estaban bien para el año 2006, hoy, esa cantidad es conformista, indica la erosión del PSUV y del Buro así como la erosión de la demagogia dentro del proceso que, sumada a la ignorancia de quienes conducen el partido como a su equivocado calculo electoral presidente Chávez, impulsando vía habilitante las ultimas leyes del control de precios, arriendo, adulto mayor y los hijos de Venezuela, leyes que definitivamente empujan y acortan el tiempo hacia la transición al socialismo, no estaríamos hablando de 10 sino de 15 o mas millones de votos para el 2012.

Las leyes son hechos que entierran el discurso electoral y acentúa de una vez por todas las ideologías socialistas. Leyes que sobrepasan las justificaciones de las izquierdas de todos los sabores quienes con su gestión, han hecho de las estructuras publicas y políticas un venenoso monopolio ayudando a que el proceso se reduzca a extenuantes capítulos populistas.

Gracias por recuperar los derechos del pueblo porque son la insignia de la dignidad que venia perdiendo espacio en casi todas las dependencias del poder popular mientras el poder se expandía sin ton ni son en los gobiernos seccionales con asfixiante burocratismo, indolencia y corrupción, aumentando las excusas que niegan la libertad por parte de funcionarios que sustentan en la influencia del poder su autonomía, y, los escasos revolucionarios por convicción son apartados por mayoría simple de esa clase media antigua y nueva que habitan los ministerios, gobernaciones, alcaldías y Cortes,  sin otro anhelo,  que pase el tiempo para su jubilación.

Los funcionarios de esas estructuras, una gran mayoría de ellas, ha practicado sistemáticamente la traición, su gestión huele a contrarrevolución y no puede ser el signo de los tiempos sobre los derechosa colectivos, tesis esencial del socialismo en donde prevalecen una serie de dogmas y en ellas las razones del Estado de la IV República mezcladas con las verdades de la V República y los argumentos de la propaganda, sobre ellas, prevalecen las potestades del burocratismo que arrincona al proceso y al pueblo con el cuento del cambio, así, la participación social se vuelve un desquite contra la soberanía de la participación colocándole mascaras para ocultar la identidad revolucionaria, verdadera maquinaria que oculta al nuevo filántropo que somete al pueblo desde las medianas estructuras publicas.

Los derechos colectivos que acaba de impulsar presidente Chávez son ahora el principal problema, porque, no se trata de su reelección eso es un hecho, es problema porque la mediocridad de la estructura publica limitan su liderazgo dividiéndolo 50-50 evitando que el proceso crezca, problema porque, se establece por fin una responsabilidad con el socialismo hasta hoy manejado con cierta timidez, problema porque, los derechos del pueblo se afirman con esas leyes que usted promulga sin que exista eficacia en la administración publica.

Soberanía, autonomía, combate a la pobreza, a la desigualdad, inequidad y a la capacidad de equivocarse son el menor de los problemas si de verdad caminamos hacia la transición al socialismo, hay que combatir la cultura individual, estas no pueden estar por encima de los derechos colectivos. Impulsar íntegramente este cambio no se dará si la ideología y la voluntad política son manipuladas de acuerdo con los intereses del momento.

El cambio cultural se impone para lograr una transformación intelectual que alimente y conduzca las fuerzas en efervescencia con un partido que se encargue no solo de movilizar a la masa sino de organizarlas hacia los deferentes objetivos, pero, superando el criterio de la gente que solo las manipulan. 

Hay que trabajar con otro criterio capaz de trasformar la cultura política, hay que impulsar el asenso de las bases hacia la participación política-económica y la alterabilidad en el poder presidencial dejando de lado ese vicio de acentuar los hechos solo para las campañas electorales, hay que pasar de ser una sociedad de pensamiento revolucionario a una sociedad reflexiva para el socialismo con otros elementos que reclamen los derechos de la mujer y del hombre desde Miraflores, para colocar distancia de una vez por todas con la prima hermana, la democracia representativa.

rcpuma061@yahoo.com



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Raul Crespo


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