El incremento que faltaba: Pasaje del Metro de Caracas


La batalla contra la especulación la tiene perdida, por ahora, la Revolución Bolivariana, la opositora burguesía apátrida esconde los productos, los escasea, y al poco tiempo el Gobierno Revolucionario termina concediéndoles el ansiado incremento de precios. Así nos informan, a través de sus medios de comunicación, como si se tratase de una pelea de boxeo, el Camarada Presidente Chávez a veces nos lo recuerda: “y pega Betulio, lo tiene contra las cuerdas, y pega Betulio…y allá cayó, 1,2,3,4…hasta aquí llegó Betulio, noqueado”, así está la Revolución Bolivariana, con ese tema de la especulación, no termina de ponerle la cascabel al gato. Pues bien, decíamos que los medios de la opositora burguesía apátrida, nos lo narran igualito que aquella memorable pelea de Betulio González, ese compatriota que dio muchas glorias a nuestra honra deportiva, leamos: “Sustituir la carne de res en la mesa no resulta fácil, ya que las otras fuentes de proteína animal o salen "cariñosas" o no se dejan ver a menudo en las neveras (…) Un recorrido efectuado ayer por Últimas Noticias por siete expendios (dos municipales, dos cadenas de súper privadas, dos públicas y una bodega Mercal) evidenció que persisten los problemas de distribución de carne (…) En Pdval San José tenían cortes de segunda. El Unicasa visitado no tenía carne (…) El producto a precio regulado "vuela" y deben apelar a otros proveedores o mayoristas, que se las venden con sobreprecio (…) En el mercado de San Martín, la situación es más complicada: "El Gobierno está mandando poca carne; así que tengo que ir a comprar por fuera y me cobran hasta Bs 21,50 por kilo. Entonces, ¿cómo voy a vender los cortes regulados a Bs 17,60?".

  Lo cierto es, que la escondedera de la carne, da sus buenos resultados, como informan los propios medios de comunicación de la opositora burguesía apátrida: “El Gobierno analiza un posible ajuste del precio de la carne y para ello se reunirá la semana que viene a fin de estudiar los costos en los diversos eslabones de la cadena "Se está revisando el tema de los precios, porque hay un sector a nivel de producción primaria que está sacando la materia prima, el ganado en pie, a un precio más elevado, bajo la justificación de unos ajustes que se han hecho en esos niveles", dijo ayer el ministro de Alimentación, Carlos Osorio…” añadiendo más adelante: “el Gobierno entiende que debe haber una ganancia, "pero que sea de manera lógica, un porcentaje que oscile entre 10%, 15% y hasta 20%. Pero que no pretenda algún sector ganar 30% y 40%; eso es lo que nosotros estamos combatiendo". (Últimas Noticias, 12/05/2011).

 
  Y así, como la opositora burguesía apátrida ha perfeccionado ese mecanismo, de esconder los productos de primera necesidad, para obviar las regulaciones establecidas por el Ejecutivo Nacional, doblándole el espinazo; tal parece, que el propio Gobierno, ha aprendido de las técnicas de la opositora burguesía apátrida, pero esta vez, no, para auto doblarse el espinazo, sino, esta vez, doblárselo al mismísimo pueblo. Así se desprende, de las declaraciones recientes que diera el presidente del Metro, curiosamente, a los mismos medios de comunicación de la opositora burguesía apátrida: “A corto plazo, se hará un ajuste tarifario en el Metro de Caracas, según lo informó el presidente del sistema de transporte subterráneo capitalino, Haiman El Troudi, quien señaló que dicho ajuste se hará siguiendo la política inclusiva del Gobierno Nacional, a través de tarifas accesibles para que la mayoría de la población, tengan la posibilidad de transportarse. Durante una entrevista ofrecida a Últimas Noticias El Troudi, explicó que con el ajuste, la tarifa aumentará un poco, pero muy por debajo de los precios del transporte superficial, debido a que está subsidiada por el Gobierno Nacional…” (Últimas Noticias, 22-05-2011). Solo que, en el caso concreto del Metro de Caracas, como podemos apreciar, el mecanismo ha sido más brutal, sometiendo a los usuarios/usuarias a sesiones enteras de encierro en vagones sin aire acondicionado, a subir escaleras empinadas con centenares de peldaños, fomentando las peleas entre usuarios/usuarias, hasta el extremo de meses atrás, de calificar como terroristas a aquellos usuarios/usuarias que se atrevieron a expresar su descontento con tales políticas macabras, cuyo fin, como ahora ha quedado en evidencia, no fue otro, sino aupar el incremento del pasaje del subterráneo e imaginamos, incluso, del Metrobús, éste último, por fortuna, prestándonos un excelente servicio.

  Este debate que reabre Haiman El Troudi, durante el presente ministerio de Garcés, fue objeto de intercambio de opiniones entre el ministro y su vice ministro de infraestructura, Arturo Gil, el año pasado, descartaba entonces Garcés, cualquier incremento en las tarifas: “Por otra parte, subrayó que anteriormente el sistema subterráneo debido a su costo no permitía que el obrero utilizara el Metro, mientras que con la llegada de la Revolución los costos de los distintos sistemas “son accesibles a todas las personas y está por debajo del costo del transporte superficial”, (Prensa MTC, 27-10-2010). Mientras, por su parte, el viceministro Gil, en ese tiempo, planteaba lo contrario: “Otro problema -aseguró Gil- es que la alta ocupación de pasajeros incluso en horas valle (bajas) se ha incrementado. Eso limita las labores y dificulta que se retiren más trenes para mantenimiento. Explica que en estos momentos la necesidad es poner el sistema en marcha y causar la menor afectación a los usuarios, quienes suman cerca de 1 millón 700 mil. También está en revisión el ajuste de las tarifas. Y aunque el ministro Garcés desestimó ese punto, Gil mencionó que se revisará el proceso de análisis dentro de la estructura de costo, para someter a consideración la propuesta de aumento del pasaje que se mantiene congelado desde 2006…” (Últimas Noticias. 25/9/2010). Garcés justificaba los costos actuales como parte de una política de inclusión y democratización del servicio, en contraposición, a lo que existía en la cuarta república, en que esos gobiernos adecopeyanos utilizaban el esquema tarifario como parte de una política de exclusión de millones de nuestros compatriotas caraqueños/caraqueñas a quienes, dados sus altas tarifas, les estaba vedado viajar diariamente en el subterráneo; situación que cambia, rotundamente, con la llegada de la Revolución Bolivariana al poder. Con lo cual, el Metro abre sus puertas a todas/todos nuestros compatriotas, sin exclusión y con tarifas solidarias, accesibles a toda nuestra población, y expande su alcance territorial, sumando nuevos usuarios/usuarias.

  Mientras Garcés y su viceministro contraponían posiciones, ya desde entonces, algunos usuarios/usuarias desesperadas/desesperados por el pésimo servicio del Metro, sugerían públicamente el incremento de sus tarifas, estimando que, reduciendo el número de usuarios/usuarias se mejoraría el servicio. El planteamiento de Garcés, en ese entonces, desde nuestro punto de vista, era el correcto y sigue siéndolo, ya que está en correspondencia con el planteamiento estratégico de construir un nuevo modelo societario, el Socialismo.

  Si algo debe quedar bien claro, es que el incremento de las tarifas del Metro de Caracas no resuelve la situación de pésimo servicio que nos presta actualmente el Metro. En todo caso, servirían para una entrada de recursos adicionales a nuestra empresa de servicio público, solo eso. Pero, a la par, traerían un problema bien serio a evaluar por los tecnoburócratas que hoy ven, en el incremento de las tarifas, una solución al grave problema que no logran solucionar.

  De darse éstas, las expectativas de solución entre usuarios/usuarias se van a incrementar en la misma proporción, lo que pudiera traer como consecuencia fatal, el inicio de protestas violentas al interior del subterráneo, por parte de usuarios/usuarias que no verán, ni en el corto ni mediano plazo, mejoras sustanciales al pésimo servicio que, actualmente, presta el Metro de Caracas. Y esto, nos atrevemos a afirmarlo, habida cuenta el paso de morrocoy con que están llegando al país los trenes que sustituirán la vieja flota de 42 trenes; hasta el momento, según información emanada de la propia compañía de servicio público: “La semana pasada arribaron a Puerto Cabello, estado Carabobo, los 14 vagones que conforman dos nuevos trenes para la línea 1 del Metro de Caracas, con lo que llegan a cuatro los trenes de nueva tecnología que están en el país. La información fue confirmada este viernes por el ministro del Poder Popular para Transporte y Comunicaciones, Francisco Garcés (…) Se prevé que a mediados de junio arriben dos trenes más, y así sucesivamente. El Metro de Caracas adquirió un total de 48 trenes al consorcio español CAF para sustituir la flota de la línea 1, la más antigua en operaciones, con 28 años de servicio. Se prevé que la totalidad de las unidades esté en funcionamiento para el año 2012. Los nuevos trenes tienen la capacidad de cargar 236 personas más que los actuales, aunque tienen prácticamente las mismas dimensiones (…) En general, se estima un incremento de 30% en la capacidad de traslado, cuando se incorpore la totalidad de la nueva flota y se haya completado el plan de rehabilitación integral de la Línea 1, que incluye la vía férrea y el sistema de pilotaje, entre otros aspectos…” (Ciudad Caracas, 20-05-2011). Y esto, es parte de la solución definitiva a la crisis del servicio que presta, actualmente, el Metro de Caracas; y no será, hasta el año próximo, que los usuarios/usuarias podamos trasladarnos en los nuevos trenes con mayor comodidad, entonces: ¿por qué incrementar ahora las tarifas?, ¿qué se busca con ese anuncio?, ¿por qué no hacer una consulta pública, entre usuarios/usuarios del Metro de Caracas, para la fijación de las nuevas tarifas, que la compañía les presente una terna tarifaria y se elija la que los usuarios/usuarias decidan aplicar?

  En lo político, esa medida de incremento de tarifas, del principal medio de transporte público de la ciudad capital, aunado a ajustes de precios  acordados por el Ejecutivo a alimentos de la dieta diaria del venezolano/venezolana y otros bienes esenciales, que bien pudiéramos calificar como una especie de semi liberación de precios, además de la devaluación monetaria concretada en la medida de unificación cambiaria, aunado a políticas de marcado corte antilaboral como las tomadas por la ministra de educación universitaria Yadira Córdova de resucitar la aplicación del Tabulador Salarial Neoliberal fuenmayorista, de eliminar de un plumazo deudas acordadas por los ministros que le precedieron en el cargo y desconocer reivindicaciones afianzadas, legalmente, en las Normativas Laborales de obreros/obreras y empleadas/empleados del sector universitario y la Constitución Bolivariana; y en general, el congelamiento de las discusiones de Contratos Colectivos, pudieran llevarnos a pensar que la transición al Socialismo pudiera haber llegado a su fin, con lo cual, el Gobierno Revolucionario pareciera retomar aquellas ideas iniciales del Camarada Chávez de Tony Blair, de la “Tercera Vía”, valga decir, afianzar en nuestra Patria, la construcción acelerada de un Capitalismo de Estado, o impulso de las tesis menchevista de la construcción del Socialismo por etapas. De allí, la complacencia a las exigencias de la opositora burguesía apátrida y la obstinada resistencia a satisfacer las demandas legítimas que la clase trabajadora le hace a su gobierno, en exigencias de mejores condiciones de sobrevivencia, el Buen Vivir para todos/todas. Sí eso es así, se abriría un proceso de derechización de nuestra Revolución Bolivariana. El debate apenas se inicia, el pueblo tiene la palabra… 

henryesc@yahoo.es



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Henry Escalante


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