Trincheras de Ideas

¿Cuántos años envejeció María Corina Machado el 15 de enero oyendo a Chávez?

El rostro, el cuerpo, la mirada de la fascista María Corina Machado eran todo un poema, la viva imagen de alguien que entró como en una máquina del tiempo con una edad y salió con otra, es decir, entró más o menos joven y en un suspiro del tiempo, 7 horas, que pudieron ser 70 años en la teoría de la relatividad, envejeció.

Había que ver aquel rostro hierático, tenso, con una rictus de amargura; un rostro que expresaba odio, un odio mal contenido hacia aquel zambo campesino convertido en estadista, en estratega político, en líder político de multitudes, que le daba a ella y a sus adláteres de la contrarrevolución, lecciones de ética política, de principios, de dignidad. Les recomendaba la lectura del libro: "La Etica en el Discurso".

Buena parte del discurso se llevó aquella clase magistral del presidente Chávez con una altura académica que envidiarían muchos de los sesudos rectores, rectoras, decanos y prestigiosos docentes de la decadente UCV, por ejemplo, despojados hace años de aquella llama, de aquella fuerza que dan las ideas verdaderas, la razón, los principios… la ética y la moral que a Chávez le sobran y que, al terminar el singular Informe o Rendición de Cuentas Anual, a la salida de la sede de la AN, ante el acoso de las cámaras de la derecha, María Corina se presentó y ya no era la misma que había entrado 7 horas antes, ésta era una mujer que envejeció años, que al abrir su boca, cual si fuera una víbora ponzoñosa, vomitó un odio irancundo hacia Chávez, un anticomunismo rastrero que recuerda los delirantes momentos de un Hitler, un Mussolini, un Francisco Franco, un Reagan, un Bush, su protector republicano, que tantos muertos costó a la humanidad en el siglo XX.

La envejecida María Corina no hablaba para nuestro pueblo, aunque eso aparentaba ser por las televisoras derechistas que le preguntaban; hablaba para el exterior, para aquellos que desde el gobierno de los Estados Unidos del Norte, les trazan la línea de conducta y acción a sus cipayos criollos, le hablaba al nefasto grupo Prisa español, le hablaba a CÑN y a todo mundo mediático transnacional de la ultra derecha mundial.

Como en la obra insigne de Honorato Balzac, La piel de zapa o en El Retrato de Dorian Grei del no menos famoso Oscar Wilde, aquel rostro bonito, terso, acusó la sutil contracción de la piel, las cicatrices de la maldad y la traición, las tenues arrugas generadas por la tensión interior, por una rabia y una impotencia contenidas a duras penas porque no le quedaba más remedio.

Ni una frase de reconocimiento ni siquiera del Hospital Cardiológico Infantil y las muchas vidas de niños y niñas que ha salvado; ni una autocrítica por su corresponsabilidad en la violencia, la de sus amigotes de conspiración como el Gobernador de Miranda Radonsky, cuya policía se ha negado a integrarse a los planes gubernamentales contra el delito; o a los gobernadores de Táchira, Zulia, Carabobo o Nueva Esparta, estados donde es mayor la incidencia delictiva, incluso estimulado desde el mismo poder, con la participación de sicarios y paramilitares colombianos.

Chávez, digno él, con la fuerza de la razón, rechazó aquella infamia de la carta “anónima” que le envió la MUD donde lo responsabilizan de la muerte de 150 mil compatriotas en sus 11 años de mandato y, como dice Neyy la Cruz: “Pero hubo un momento que extremó su impavidez. Fue cuando Chávez, interpretando una excelente ocasión para el desafío político, exigió ponerse de pie a quien pretenda achacarle los muertos producto de la acción delincuencial. Fue un “que arrojen la primera piedra”. Y en una analogía cristiana de mil veces en la historia de la humanidad, ninguno de los sesenta y cinco diputados opositores ni se puso de pie, ni arrojó la primera piedra. Ahora María Corina mucho menos sonreía”. (La trémula seriedad de María Corina, Aporrea, 16/01/11)

¿Cuántos venezolanos, durante las veces que las cámaras, enfocaban la bancada contrarrevolucionaria, y aparecía el rostro bonito de la damisela de marras, no recordábamos cuando, aquel infausto 12 de febrero, firmó el Decreto de Carmona que derogaba la Constitución Bolivariana, cerraba el parlamento; o después, cuando la CIA, la NED, La USAID le financió millones de dólares para que formara Sumate, engendro organizativo que entre otros objetivos tenía la meta de crear un CNE paralelo –con el apoyo de quintacolumnistas enquistados en el centro electoral– para subvertir los procesos electorales o torcer el rumbo de los mismos?

Quizás sus alcahuetes digan que eran travesuras de la niña, pero ella en el fondo es buena, es patriota y no se entiende por qué el pueblo le puso el calificativo de La Malinche, rememorando aquella indígena Mexicali que entregó a Montezuma y a su pueblo a los rapaces y asesinos conquistadores españoles, quedando así como la primera traidora a su raza, a su pueblo y a la nación azteca.

¿Cuánto no denostó la señora María Corina Machado del CNE y del Parlamento siendo una de las primeras en promover la absurda abstención opositora para las elecciones parlamentarias de 2005? ¡Todos estos años! Ahora rectificó, o sus jefes del Norte la hicieron rectificar con la intención de penetrar el parlamento y, desde allí, tratar de socavar el proceso.

Esa elección tiene su precio, porque la señora Machado además de venir predispuesta –como todos sus acompañantes de la extrema derecha venezolana– , prejuiciado viene con un criterio de un país virtual, en ruinas, cayéndose que sólo existe en su cabeza, en la de los medios mentirosos de TV, radio y prensa escrita, que generan miles de matrices de opinión para generar una disociación sicótica en millones de compatriotas que no piensan y no ven más allá de sus narices; que todos estos años se pusieron una venda o, como el avestruz, metieron la cabeza debajo de la tierra, para no ver los enormes, inmensos y extraordinarios avances que han habido en Venezuela en estos 12 años de proceso revolucionario en todos los órdenes, sólo algunos cuantos de éstos enumeró el presidente Chávez en su mensaje al parlamento y a la nación.

No era solamente ganar la curul, al final eso, con los cuantiosísimos recursos que le aportó la oligarburguesía y el imperio, resultaba lo menos difícil, lo difícil les va ser legislar como ellos, en su terca estupidez y auto convencimiento, creen que 65 diputados son más que 98, es decir, que ellos dominan el parlamento y van a ser lo que les venga en gana. Ya probaron los primeros golpes y vienen muchos más.

Los muchos golpes que van a recibir los van a obligar a madurar políticamente, a admitir que son minoría y que su voz, en el debate ético y de altura, puede contribuir a la elaboración de leyes que beneficien al país y al pueblo. Llegaron cometiendo unos cuantos errores, como aquel desatino de rasgarse las vestiduras por un asesino que en mala hora y producto del error de sus electores, salió elegido diputado, como el caso de Mazuco, o de Piglieri, malandro y ladrón de 7 suelas que se choreó mil millones de bolívares cuando fue Alcalde, sino burlarse del país, del pueblo, de la majestad del parlamento y proponer el nombre de Mazuco para la vice presidencia de la AN. Eso solo habla del desprecio que sienten por la institución a la que acaban de llegar.

Estoy convencido que María Corina Machado el sábado 15 de enero salió envejecida de aquella jornada, hecho lamentable y triste, pero el odio, la iracundia, la envidia envejecen. Mirenle el rostro, ya no es el mismo, la máscara se cayó.


(humbertocaracola@gmail.com)


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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

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