Están de moda los candidatos populares de la oposición. Caras “nuevas”, caras de pueblo, caras acholadas y afro-venezolanas que no podemos verlas igual que las vio y les cantó Maelo cuando tarareaba: “las caras lindas de mi gente negra”. Son caras nuestras al servicio vil de sus esclavistas. De los mismos que en el pasado hacían el fogón y calentaban la carimba al rojo vivo o agarraban el látigo para marcar el pecho y la espalda de su hermano a cambio de comer un poco “mejor”. Pero la alienación de nuestra gente continúa mientras sigamos en el nivel revolucionario donde estamos. Los entendidos sabrán el por qué y quizás tengan razón.
Los vecinos del barrio disparan sapos y culebras cada vez que una de estas caras sale en las pantallas de la oposición. No se explican el por qué, pero la gran mayoría de hombres y mujeres de conciencia saben los motivos y siguen trabajando alegres, porque entienden que lo mejor que nos puede pasar, es que esos, de nosotros mismos, salgan y hagan turno en la fila enemiga. Peor es tenerlos entre nosotros haciéndonos el daño que hacen los quintilianos.
Pero más allá de verlos con sus caras nuestras y verbo escuálido, viene bien que sepamos de dónde y cómo son reclutados. La oposición viene aplicando al pie de la letra los principios de Goebbels creyendo que todavía calan sus caducas enseñanzas en el pueblo revolucionario consciente; las enseñanzas caducas goebbelianas viene calando entre ellos mismo y cala en esos “nuestros” miserables que hablan frente a Nitú Pérez, mientras la infame se ríe en su alma descolorida, del infeliz. Una de las máximas de Goebbels dice: “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
Analicemos paso a paso ese “principio” JJgoebbeliano y veamos la “estrategia” de la oposición aplicada a los mercenarios “candidatos populares”. “Toda propaganda debe ser popular”; según sus análisis, la mejor manera de hacerla popular es reclutando gente de las mismas barriadas para, “…adaptarla al nivel del menos inteligentes de los individuos que va dirigida”; aquí vemos lo que piensa la contrarrevolución del resto de venezolanos. Por un lado, adaptan su propaganda con la cara del individuo pueblo que consideran menos inteligente y por si fuera poco, le enseñan a mover la cola de la traición frente a las masas donde va dirigida. (Creen los desgraciados que todavía estamos en los 90) “…Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar”. Je-je- je, claro, los “dirigentes” neoliberales consideran superiores sus inteligencias y dejan a ese individuo pueblo que blasfeme de sí mismo, convencidos que en ese pobre diablo está el discurso que la masa necesita. ¡Tá bien puej! “…La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa”; los coños creen que los beneficiados de todas la misiones no entienden, no la comprendemos; que los estudiantes de todas las carreras no entienden, no lo comprenden; que los que compran en nuestros almacenes agroalimentarios no entienden; que los que vamos al médico del CDI no entendemos y pare de contar. “…además, tienen gran facilidad para olvidar”. Sí, ya olvidamos la cuarta república, ya olvidamos el golpe, el paro petrolero, la derogación de la constitución, los robos federales, las burlas al desdentao, la represión policial de los 90, los alfabetizados ya olvidaron su aprendizaje, y sobre todo, olvidamos cuando vemos a los nuestros al servicio del enemigo, que ellos serán usados y desechados al momento que dejen de ser herramientas manipulables a los intereses de sus esclavistas eternos. Pobres desgraciados con esas caras nuestras y ese verbo escuálido. El mismo verbo maloliente de Ni-tú volverás, porque Pérez-serás.
*Periodista
¡Patria socialista o muerte!
Chávez es socialismo!
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