Fuerzas de lo más profundo de las tinieblas se desatan sobre Venezuela

Permítanme colocar en esta reseña un párrafo del Sociólogo Erich Fromm, de su libro “El Miedo a Libertad” que ha sido una referencia universal para el pensamiento y la libertad humana, que debe ser considerado en los debates ideológicos sobre el pensamiento del hombre durante estos últimos años, donde fuerzas que se creen irrebatibles, arremeten contra la familia, la sociedad y el espíritu de progreso de las naciones que desean organizarse de acuerdo a sus propias maneras de ser:

“La historia moderna, europea y americana, se halla centrada en torno al esfuerzo que tiende a romperlas cadenas económicas, políticas y espirituales que aprisionan a los hombres. Las luchas por la libertad fueron sostenidas por los oprimidos, por aquellos que buscaban nuevas libertades en oposición con los que tenían privilegios que defender. Al luchar una clase por su propia liberación del dominio ajeno creía hacerlo por la libertad humana como tal y, por consiguiente, podía invocar un ideal y expresar aquella aspiración a la libertad que se halla arraigada en todos los oprimidos. Sin embargo, en las largas y virtualmente incesantes batallas por la libertad, las clases que en una determinada etapa habían combatido contra la opresión, se alineaban junto a los enemigos de la libertad cuando ésta había sido ganada y les era preciso defender los privilegios recién adquiridos”.

Con este párrafo quiero comenzar este debate por todo lo que he vivido a lo largo de las tres últimas décadas del siglo pasado, y una década más del presente siglo, por ser parte de los acontecimientos políticos que han generado, en algunos casos frustración, incertidumbre e impotencia política. Es una realidad que vemos a diario, mas en estos últimos años, cuando este proceso de cambio está adquiriendo mayor fuerza y consolidación por la conciencia de los excluidos por más de cinco siglos.

Más aún, hoy se manifiesta una vez más una masa de intelectuales contestatarios y progresistas, trabajadores del campo, trabajadores de las fabricas, amas de casa, estudiantes y trabajadores informales. Esto es un pueblo que en el horizonte de cada acontecimiento, se ha declarado guerrero bolivariano, porque ya para nadie están ocultos los secretos que mantuvieron sumiso a esta masa de activistas sociales que la iglesia y la oligarquía con sus enlaces foráneos, mantuvieron su hegemonía. Somos una referencia revolucionaria, los pueblos de esta región se levantaron ya contra la dictadura del capitalismo.

No soy un experto en temas esotérico y menos mi intención no es presentar un testimonio tal, el titulo de este artículo indica un eufemismo que nos conduciría a la verdad de lo que acontece. Aquí de lo que se trata es de hacer un sacrificio para deconstruir un marco histórico ideal sobre las fuerzas malignas que siempre han acompañado a los oponentes de la justicia, la paz y la libertad individual y de los pueblos, los pudientes, la oligarquía y aquellos que dependen y sobreviven por ellos.

Desde tiempos remotos, los más “débiles” han sido los lacayos de los más “fuertes”. La ignorancia ha sido un ejercicio muy antiguo, al igual que la prudencia, inaugurada ambas desde la Edad Media, interpretada en la era de los ilustrados, donde tuvieron su expresión más enérgica durante casi todo el siglo XVIII y que abarca desde el Racionalismo y el Empirismo del siglo XVII hasta la Revolución Industrial del siglo XVIII, la Revolución Francesa y el Liberalismo. Ascendimos de la razón instrumental, al plano de la razón sustantiva, como lo manifestara el sociólogo Habermas. Cuando estaba prohibido ascender de un plano social a otros, el pobre muere pobre, el pobre debe estar supeditado al rico, “porque el rico es seleccionado por Dios, el pobre debe trabajar para el rico y para tal, debe mantenerse en la ignorancia” [sic]. Pero, la razón humana se impuso, el Método Cartesiano, como un imperativo histórico de método, se está encontrando con una nueva manera de transformar el mundo, el ideal de Simón Bolívar.

El hombre, fuera de toda ignorancia, cuando ha logrado romper con esas cadenas que lo oprimen, hace historia y rompe con los vientos que sucumben en todos los rincones de la sociedad, de los pueblos, de la conciencia humana. En eso se ocupan esas fuerzas del demonio que han mantenido amarrado a los ignorantes o a los que aun no han visto la luz.

¿Quienes ejercen esas fuerzas?: La sociedad de la sotana, la “oligarquía eclesiástica”, aquella que ha apoyado el hambre de los pueblos, la esclavitud del hombre, el asesinato de las guerras, las invasiones a pueblos, la calumnia y el poder de los ricos, como piezas puesta por un Dios Supremo que ha escogido a su pueblo para hacer de esta humanidad un mundo de poderes: el fuerte sobre el más débil como representación del estado actual de las cosas selectivas en un mundo donde hay dos designios, uno fuerte, que maneja el aparato económico y sobre él, su hegemonía a través de sus instituciones y otro, el mundo débil, donde sus fuerzas racionales están haciendo efectos sobre el resto de una humanidad que despierta en todos los horizontes del planeta.

Esa sotana, desde la definición de un mundo, donde los pueblos también son parte de este mundo y donde ese mundo es construido por sus fuerzas, por su energía. Ha tomado como filosofía que el débil es débil por selección de Dios. Que los más pobres deben estar sometidos a su tribulación y humildad para poder lograr el perdón de la Providencia. Pero resulta que esa Providencia, es la Providencia del Capitalismo. Callar la verdad para no pecar “en la imprudencia”

Los flujos del mundo del dominio que los representan están a la orden del día: por un lado, el papel de la industria de la información, cuya función es desinformar; el papel de la iglesia, cuya función es la de generar valores dirigidos a crear conciencias sumisas, imponer, desde su monopolio espiritual, calmar a aquellas almas que se rebelan contra un sistema de dominación, es en suma cuenta, quien sostiene, desde la Edad Media, la hegemonía de un Estado represivo.

Recuerden que la participación de la iglesia en la historia social de los pueblos ha sido manejar, con la burguesía, el control ideológico de la población, aun mas, cuando surge un capitalismo que comenzó a estimular las diferencias entre el pobre, el explotado y el rico explotador. La Iglesia ha sido el canal parcial de los creyentes del infierno y el cielo, la Iglesia ha sido el portavoz del dominio frente al dominado. Se manifiesta en nombre de Dios, pero es el Dios de la razón instrumental que ejerce el Capitalismo a través del Estado que lo representa. La Iglesia de hoy en día (y siempre) ha estado con el mundo de las tinieblas y el mundo de la luz para la preservación de la hegemonía imperial.

De cualquier modo, el papel controlador entre la oligarquía y el hombre está tipificado por la Iglesia corrupta de la humanidad para controlar, no obstante, el poderío económico y político de los sistemas que han de controlar a la población a través de la educación para enfrentar el pensamiento liberador. Surge así, a partir de la Revolución Industrial por la cual, la iglesia fue disminuyendo su poder de persuasión, como práctica del dominio, la Iglesia se las va ingeniando mediante movimientos ecuménico, de convergencia, de convencimiento para hacerle frente a los continuos movimientos contestatarios y luchas sociales que se establecen al consolidarse el sistema de dominio capitalista.

La Iglesia representa los esquemas de dominio y no sólo ha estado con pies firme contra el progreso de la conciencia, la razón sustantiva de los pueblos, representados por los valores de lucha del socialismo referenciado por la filosofía de transformación social como instrumento de lucha fundamentado por el Materialismo Histórico de Marx. En consecuencia, hoy, ante los vientos de profundización y consolidación del ideal bolivariano y los continuos debates ideológicos y políticos que se manifiestan en nuestro país, por la lanza del chavismo, como fuerza política, la Iglesia una vez más se manifiesta salvajemente en buscar la calumnia, de agredir los nuevos valores de justicia y democracia social que están fundamentados en los programas sociales de este gobierno.

Es así como un representante de la “oligarquía eclesiástica”, el cardenal venezolano ha buscado las miles de maneras de descalificar el avance de la fuerza insurgente del bolivarianismo. Todavia se creen el cuento de que aun somos pendejos, en su discurso ambiguo hablan de rescatar la “democracia”, pero cual democracia, de los antivalores, la de los corruptos. Esto nos da a entender que la iglesia, fundada por el Apóstol Pedro se ha desviado desde tiempos muy remotos de su camino pastoral, son los “pecadores de hombres” y no “los pescadores de hombres” tal como se lo encomendó Jesús al Apóstol Pedro. La Iglesia no tiene que ocultar la aberrada función de algunos de sus representantes que han pasado de lo supuestamente pastoral a lo bestialmente excesivo deseo carnal por los niños.

De esta manera, el “cardenal venezolano”, con cierta autoridad ha manifestado “su descontento” por el proceso revolucionario, ello nos indica que la oposición y las fuerzas del demonio capitalista han perdido credibilidad. De este modo, es convincente ver que el imperio salvaje, las transnacionales, la intelectualidad al servicio de la oligarquía, la iglesia o cualquier corriente política que represente el oscuro abismo de la mentira, están perdiendo fuerza y esto nos indica que en el mundo católico o el mundo creyente, el mundo dominado por el imperio de la calumnia, ha levantado sus alas comomo águilas, para reconstruir su dignidad y esperar un mejor convivir.

Dentro de este contexto, la región latinoamericana está renovando sus propias creencias, creencias políticas, sociales, culturales, ecológicas y por si fuera todo, su sistema de producción local. Los espacios habitados por el hombre y su organización, es la palanca que está moviendo al mundo y dejando muy atrás aquellos valores que han sido intrínsecos a los largo de cada periodo de la historia.

Con todo esto, nuestra revolución avanza, con todo esto y ante las amenazas del imperio devastado, no encuentra fuerzas para invadirnos, ni Venezuela, ni Irán, ni Corea del Norte están demostrando temor ante las amenazas de invasión. Ya somos una generación de mucha madurez. Estamos practicando nuestra propia autonomía. Venezuela ha demostrado su autonomía política, organizando a un pueblo para su bienestar; autonomía económica, estableciendo un nuevo modelo productivo, autonomía cultural, rescatando nuestra propia identidad, nuestras verdaderas creencias.

Esas son las verdaderas armas que están combatiendo al enemigo y nuestro eterno enemigo han sido las creencias de la falsa iglesia, la oligarquía, la supremacía industrial capitalista, los diferentes medios informativos que están al servicio del engaño. Por estas razones, bien analizadas, estamos creando nuestro propio sistema de convivencia, atados a nuestras propias convicciones y valores bolivarianos. Hemos rescatado a Bolívar El Libertados del túnel oculto, es nuestra evidencia y justificación, nuestra guía fundamental para la construcción de un socialismo propio, de un socialismo que estamos inventando con sus preceptos.

Estamos convencidos de todo lo dicho y todo lo hecho y lo que falta por hacer. Hemos discernido y deconstruido nuestra fortaleza, nuestras capacidades y por estas razones conocemos la lógica del proceso en construcción.

EEUU anhelan un mundo destruido, un mundo donde las fuerzas políticas que le adversan, desaparezcan de la faz de la tierra, un mundo licuado por las fuerzas endemoniadas de la guerra y la calumnia, cuya hegemonía se impone para hacerle frente a cualquier adversidad u enemigo que se le anteponga.

(*)Antropólogo
laotravenezuela@gmail.com


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Edgar Martínez-Castillo

Dr. en Ciencias Políticas


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